La ex bodega Nietos de Gonzalo Torraga en Caucete, cobró triste resonancia nacional a principios de 1993, cuando comenzaron a llover denuncias por personas muertas y lesionadas a causa del consumo de los vinos “Mansero” y “Soy Cuyano”, fabricados y estirados con alcohol metílico (tóxico, usado para combustible) en ese establecimiento. El caso más trágido ocurrió en Ensenada, Buenos Aires, cuando murieron 6 personas (en total hubo unas 30) por consumir esos vinos en una fiesta. Tres años después, la Justicia federal local condenó a penas de entre 2 y 15 años de cárcel a Mario Torraga, a su hijo, a tres personas ligadas a la bodega (su cuñado, el enólogo y el capataz) y dos empleados del INV. En setiembre pasado, el municipio de Caucete concluyó la compra en un remate por $271.000 pesos de ese predio, con dos galpones que tendrán un destino específico: uno para toda el área de obras públicas y el restante para alentar proyectos productivos.