Es una gran distinción y honor para la provincia de San Juan poder contar con este gran artista en los salones del Amadeo Conte Grand a partir del 8 de septiembre. San Juan fue seleccionada entre muchos museos del país para mostrar una obra completa que viene de Venecia directo a la provincia. Su exposición estará acompañada por un video con todo su trabajo, con el cual podrá adentrarse en la vida de este gran autor. La Secretaría de Cultura de la provincia junto a Fundación Banco San Juan y Xstrata Cooper, son sponsores de dicha muestra, la que estará en el museo hasta el 2 de octubre. Ha realizado exhibiciones individuales, de su obra, en prestigiosos museos y galerías internacionales, tales como: Museo Nacional de Bellas Artes, Caracas (1968); Centro de Arte y Comunicación, Buenos Aires (1992); Museo del Palacio Nacional de Bellas Artes, México (1996) y Centro Cultural Borges, Buenos Aires (1998).

Entre las muestras colectivas en las que ha participado sobresalen: Galería Peuser, Buenos Aires (1961); Gemeent Museum, La Haya (1964); Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires (1991), y su intervención en las bienales de La Habana (1984), Mercosur (1997) y Venecia (2009). Noé ha recibido, entre otros, los siguientes galardones: Premio Nacional Di Tella (1963), Beca Guggenheim (1965 y 1966), Premio a la trayectoria artística de la Asociación Argentina de Críticos de Arte (1984), Gran Premio Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires (1997), Premio Rosario a la trayectoria, Argentina (2000) y Premio Konex de Brillante al mejor artista de la década en Argentina (2002).

Luis Felipe Noé

Nació en Buenos Aires en 1933 y en 1961 formó parte de la corriente llamada Nueva Figuración Argentina.

Hoy, con casi 80 años de vida y 50 cumplidos en el arte desde su primera exposición en 1959, Luis Felipe Noé sigue vigente. Noé es la figura insoslayable de nuestro arte, es un artista clave en la historia del arte que aún continúa productivo y que ejerce influencia en las generaciones siguientes.

La muestra que se presenta, Luis Felipe Noé en la Bienal de Venecia 2009, se trata de las pinturas con formato mural que en junio de 2009 envió la Cancillería argentina a la mayor vidriera del arte, dos obras con dimensiones significativas que fueron expuestas a escasos metros de la plaza San Marco, en una sala de la Librería Mondadori en Venecia.

Una de los murales que componen la exposición es La estática velocidad, una inmensa pintura de once metros de largo por tres de altura, un territorio cruzado por tensiones que determinan espacios de choque, donde se detiene o fluye la pincelada.

El título de la obra reúne dos términos antagónicos que, sin embargo, coinciden en la imagen de esa forma estática, detenida, donde se aquieta la velocidad de las pinceladas en movimiento.

Noé trabaja en un campo imposible de definir como figurativo o no-figurativo, su pintura no imita las cosas, es ella misma, una cosa, una materia latente, que genera vibraciones e irradiaciones a medida que la mirada del espectador se desplaza. La imagen exhibe el fluir de los rastros del pincel, que si bien puede verse como una metáfora del transcurrir del tiempo, ostenta, a la vez, una palpitación que coincide con los ritmos del hablar y del pensar de Noé, con su característico nerviosismo y con sus urgencias.

El otro mural que compone la exposición es Nos estamos entendiendo, una serie de 15 pinturas de formas irregulares, cuadros de marco recortado que configuran islas de colores vibrantes. Si bien cada pintura abre un punto de vista diferente, el conjunto se presenta eslabonado, se "organiza" ante la mirada del espectador. El artista atribuye al turbulento contexto histórico de nuestro país su interés por analizar la estructura del caos, fenómeno que bajo una desordenada apariencia lleva implícita la idea de cierto orden, un orden que abarca la complejidad que habita su obra.