Marilyn Ocampo (24 años, madre de dos hijos) declaró ayer ante el juez Leopoldo Zavalla Pringles que en la noche del lunes 25 de abril pasado en la precaria casa que alquilaba en Rastreador Calívar casi Benavídez, en Rivadavia, mató de un cuchillazo en el corazón a su pareja Sebastián Poble Aciar (21 años, oriundo de Iglesia) en medio de un forcejeo y sin querer porque -según su versión- él pretendía atacarla con un cuchillo luego de golpearla.

Según ese relato, aquella noche Sebastián llegó a la casa (estaban separados desde hacía una semana) a ver a su bebé de 11 meses (el hijo mayor es fruto de otra relación), ella tomó el celular de su pareja y por los datos que había en el aparato empezaron a discutir, hasta que ella quedó con el mango del cuchillo en su mano y la hoja en el piso, junto a su pareja, dijeron fuentes judiciales.

Asistida por el abogado Maximiliano Páez Delgado, Ocampo pareció acomodar su versión de los hechos hacia la posición judicial que más le conviene, ya que al pretender instalar la versión de que fue golpeada y que su pareja (a quien conoció en Rodeo hace un año) tenía el arma, apunta a que el juez tal vez considere el caso como un homicidio pero con exceso en la legítima defensa (excarcelable).

De todos modos, fue indagada por homicidio simple y ahora la versión de la joven será cotejada con otras pruebas.

Ocampo es para la policía una joven conflictiva: tiene antecedentes por prostitución, una causa por supuesta corrupción de menores y un juez penal pedía su captura por golpear a su madre y a su tía, precisaron en la policía.