Los feligreses de una parroquia se peleaban con el sacerdote por la propiedad de una imagen de una virgen, un integrante del culto de los Testigos de Jehová se negaba a que le hicieran una transfusión se sangre, una mujer decía que la violaban los espíritus, un enfermo del Neurosiquiátrico decía ser un "rey intergaláctico" y un grupo de vecinos pedía que OSSE les limpiara las casas inundadas por líquidos cloacales. Son todos casos o situaciones, algunos de ellos hasta bastante fuera de lo común, que le ha tocado resolver a la Defensoría del Pueblo de San Juan.
Se trata del organismo creado con la Constitución Provincial de 1986, designado para la defensa de los derechos colectivos de las personas. En los últimos años, de los casos más insólitos en los que le ha tocado intervenir a la Defensoría, su titular, Julio César Orihuela, eligió 5.
– La virgencita
Un sacerdote había sido trasladado de parroquia y junto con sus efectos personales pretendía llevarse una imagen de la virgen, que decía que era de su propiedad. Pero los vecinos sostenían que la habían adquirido ellos y que les pertenecía. Por eso fueron con el planteo ante la Defensoría. En ese caso, los profesionales del organismo terminaron convenciendo al religioso para que dejara la imagen en la parroquia.
– Sangre
Un miembro de los testigos de Jehová que estaba internado en un centro asistencial con una grave enfermedad requería una transfusión de sangre para mantenerlo con vida, pero la persona se negaba por sus creencias. Los médicos del hospital hicieron un planteo ante la Defensoría, que obligó con ayuda de la Justicia a que el enfermo fuera asistido con la transfusión, con lo que salvó la vida.
"Lo peor, es que cuando el tipo se mejoró me lo encontré en la calle y estaba furioso conmigo por lo que habíamos hecho", contó risueño Orihuela.
– Espíritus
Una mujer fue a denunciar ante el organismo que todas las noches "la poseían los espíritus" y después la violaban. Ante lo inverosímil del caso, los profesionales del organismo terminaron aconsejando que la mujer necesitaba ayuda médica, por lo que terminó internada en el Hospital Neurosiquiátrico.
– El rey
Otro que terminó en el Neurosiquiátrico fue un enfermo que se autotitulaba el "rey intergaláctico" y que quería premiar a Orihuela por su labor. Se presentó en las oficinas de la repartición con su premio, que consistía en una estampita de un santo y una bolsa de pasas. El enfermo, por supuesto, terminó internado.
– Limpieza
Por la rotura de unos caños de OSSE, un grupo de vecinos terminó con sus viviendas "inundadas" de líquidos cloacales. Por eso presentaron un pedido ante la Defensoría exigiendo que OSSE limpiara sus casas y las desinfectara por la probabilidad de contraer enfermedades. La repartición estatal accedió rápidamente al pedido.
