Sufrió, pero se metió. Es que un gol de Eslovenia lo dejaba afuera. Después de las críticas del primer partido por el gol que le hicieron al arquero Green y por el posterior empate ante Argelia que ponía en suspenso su clasificación, Inglaterra despejó los fantasmas y venció, con lo justo, 1-0 a Eslovenia y quedó segundo en el grupo C. El equipo inglés repitió su primera fase del Mundial de Corea y Japón 2002, en el que clasificó también segundo y con el mismo puntaje, 5 unidades. En aquella Copa, al igual que ahora, consiguió el boleto en la última fecha tras igualar sin goles con Nigeria.
El comienzo del partido, sin embargo, alentó el fantasma de la eliminación, porque fue el conjunto esloveno el que se mostraba más prolijo y se acercaba.
Fue apenas un espejismo, porque Lampard y sobre todo Gerrard tomaron la batuta del medio y la pelota cambió de dueño. Eslovenia no pudo pasar más al ataque y las jugadas de riesgo comenzaron a llegar al arco de Handanovic, buena tarea.
El primer aviso llegó con una corrida de Rooney que no trajo peligro y cuando Lampard remató un tiro libre que fue bien contenido por el arquero.
Pero a los 22 minutos llegó la apertura del marcador, cuando el delantero Jermain Defoe, del Tottenham Hotspur, convirtió el gol tras gol un centro enviado desde la derecha por Milner y puso justicia en el encuentro.
En el comienzo del segundo tiempo, Eslovenia intentó adelantarse en el campo y contó con un par de ocasiones a través de pelotas paradas.
Inglaterra respondió con jugadas de riesgo: una deficiente definición de Defoe, un cabezazo de Terry y un tiro en el palo de Rooney. Sobre la hora Eslovenia tuvo chances para empatar, pero lejanas, no fueron muy claras para concretar la hazaña.
