�La situación de la Mutual viene complicada porque la anterior administración, que estaba encabezada por Rubén Castro, que era el presidente, y Roberto Bazán, el extesorero, estaba fuertemente endeudada y recurría a mesas de dinero que cobraban comisiones exorbitantes, para intentar salir de una grave situación financiera. Para obtener fondos, entregaban cheques al portador para hacerlos circular con otras personas físicas o jurídicas, que se convertían en acreedores de la institución.
Por estos presuntos ilícitos hay una denuncia penal que investiga el juez Maximiliano Blejman, del Cuarto Juzgado de Instrucción. El magistrado ya citó a los exdirectivos, sospechados de haber cometido administración fraudulenta, a declaración indagatoria, pera las defensas de los acusados han hecho planteos para no quedar presos cuando concurran a la citación, y por eso el trámite está por ahora demorado.