Hasta hace unos seis años, en un par de cuadras del centro había hasta 8 locales de cybers. Y lejos de lo que pareciera implicar semejante competencia, la gente pedía turnos y esperaba hasta dos horas hasta que se desocupara una máquina en la que la pudiera chatear con Messenger o jugar al Counter Strike, recordaron algunos empleados sobrevivientes de aquellas épocas. Pero el creciente acceso a Internet domiciliario o móvil, entre otras causas, hizo que hoy los cyber entraran en un ocaso. De acuerdo a un sondeo, entre 2004 y 2006 hubo más de 30 locales sólo en el microcentro, mientras que hoy apenas llegan a 10. Algunos especialistas del sector hasta pronosticaron que en unos 5 años, estos comercios prácticamente estarán desaparecidos.
El boom de los cyber en la década pasada hizo que en 2004 se creara la Asociación de Propietarios de Cyber y Afines de San Juan, que por entonces decían tener más de 120 socios. Se formó para defender posiciones ante una ley que por entonces levantaba polvareda. Es que el fenómeno de los cybers era tan fuerte, que la Cámara de Diputados trabajó sobre una normativa que prohibía la presencia de menores de edad en esos locales en horario escolar, no podía abrirse un cyber cerca de las escuelas, establecía filtros para evitar juegos de guerra o similares, porque decían que incitaban a la violencia, y hasta se analizó multar a los padres de los chicos que encontraran navegando durante la noche. Con algunos cambios, la norma finamente fue sancionada, pero pasaron los años y no la regularon.
‘Fue una época en la que mucha gente veía en los cybers un antro de perdición de los estudiantes. Pero el tiempo pasó y creo que los cybers le dieron y le siguen dando a la comunidad un servicio esencial’, dijo Mauricio López, propietario del cyber de Entre Ríos y Mitre.
Pese a que los locales por entonces eran controlados por la Policía, inspectores municipales y hasta de minoridad, cada vez había más cyber, que se multiplicaban en el centro y en los barrios. Según recordaron miembros de aquella desaparecida Asociación de Propietarios de Cyber y Afines, fue un tiempo en el que quien tenía un capital, compraba máquinas e instalaba un cyber.
Sin embargo, con los años, empezaron a cerrar y hoy hablan de una resistencia, al punto que ya comparan su situación con la que sufrieron las telefónicas. Algunos incluso creen que dentro de unos 5 años ya no habrá más cybers.
Una de las causas de este ocaso fue el crecimiento del acceso a internet domiciliario. De acuerdo al Indec, hay 9,8 millones de conexiones residenciales de banda ancha en Argentina. Y San Juan fue la tercera provincia que más creció en conexiones en el último año, con un 76,4%, detrás de Capital Federal y Chaco.
A su vez, la llegada del Wi-Fi también empujó el puñal, ya que hoy la conexión es posible en estaciones de servicio o plazas y en forma gratuita. De la mano, el Gobierno entregó unas 2 millones de netbooks a estudiantes. El incremento del uso de internet móvil lo dieron también los celulares, impensado hace unos años.
