El alto rendimiento deportivo supone esfuerzos que van mas allá del escenario donde se desarrolle una disciplina. A la cancha, la pileta, una pista o un ring acuden los deportistas con el valioso caudal de horas de entrenamiento físico para conseguir el mejor resultado. Fuera de esos escenarios juegan otros factores, fundamentalmente el económico. En ese partido, carrera o pelea, si no se cuenta con el apoyo necesario los sueños deportivos pueden estancarse.
Haciendo un gran esfuerzo familiar, dentro de un mes, los hermanos Valentín y Felipe Vargas estarán participando de las tres fechas que tiene el Torneo Mare Nostrum, una especie de campeonato mundial que se desarrollará en piscinas de Mónaco, Canet y Barcelona.
“Es un campeonato muy importante, al que acuden nadadores de 48 países”, cuenta Valentín, el mayor (21 años). “Es un sueño que vamos a cumplir”, añade Felipe, el menor (19). Ambos llegarán a Europa con el antecedente de haber participado en Campeonatos del Mundo para juveniles y con el objetivo de mejorar las posiciones logradas.
Valentín (19no en el Mundial de Lima 2011) en su último año en juveniles, tiene como su objetivo mayor es bajar los 2m04s, en los 200 espaldas lo que podría ubicarlo entre los 15 mejores. Felipe (25to en el Mundial de Dubai 2013) también tiene como meta bajar los 2m06s en la misma prueba y acercarse lo más posible a los 15 mejores.
Antes del viaje a Europa tendrán la prueba del Argentino de primera categoría, que se llevará a cabo la semana próxima en Mar del Plata. Para los dos acontecimientos han trabajado a destajo. “Desde enero hasta ahora estuvimos realizando sesiones de doble turno en la pileta”, confió el mayor de los hermanos. Con el mismo entusiasmo, el más chico agregó: “En varias ocasiones sumamos un tercer turno en el gimnasio”.
Silvia Maldonado es quien ha ido puliendo a diario sus estilos en el agua y Gustavo Ordoñez quien los guió en los ejercicios fuera de la pileta.
“Estos son torneos donde se exigen marcas mínimas las que nosotros logramos en las pruebas en que participamos, son muy competitivos”, informó Valentín. “Sabemos que será complicado porque van muchos nadadores con logros olímpicos o mundiales, pero es lo que necesitamos para saber dónde estamos parados”, explicó Felipe.
Esta europea, será la primera experiencia que harán los dos jóvenes sin el acompañamiento de sus padres quienes los han seguido por todo el país, Perú y Emiratos Arabes. La fecha del torneo, el tiempo que insume ir a las tres competencias y, fundamentalmente, el aspecto económico, con un cambio de moneda que liquida cualquier pretensión harán que Carlos y Liliana estén pendientes de la compu o del celular para saber cómo les va a sus retoños.
La sonrisa es espontánea cuando se les embroma diciéndoles que tienen escamas en la piel al estar seis horas por día en el agua.
