Buenos Aires, 29 de octubre.- Pese a la euforia de las miles de personas que concurrieron al estadio platense, la concurrencia pudo ser mayor mejor. De 60.000 entradas se vendieron 40.000, y la reventa en las inmediaciones del estadio se hizo presente a variados precios y sectores.

Desde muy temprano, los seguidores de la banda norteamericana fueron cercando la zona para llegar con tiempo (las puertas de ingreso se abrieron a las 16), utilizando la ansiedad de alguna forma positiva, ya que al menos evitaron el pesado tránsito que pasadas las 20 horas se adueñó de la autopista hacia La Plata.

Muchas familias, jóvenes parejas y una gran mayoría de mujeres fueron ilustrando el anochecer platense.

En las cercanías del estadio se notaron los grandes ausentes: los puestos ambulantes. Pero el “rebusque” argentino es más ingenioso, y así, en casas rodantes, autos y motos, con parrillas improvisadas y heladeras portables, los vendedores de turno aprovecharon la llegada de tanto público para hacerse de una buena diferencia.

El show comenzó apenas pasadas las 22, luego de la presentación de Vetamadre, cuando la banda integrada por Steven Tyler, Joe Perry, Brad Whitford, Tom Hamilton y Joey Kramer apareció en escena y generó los primeros delirios de un público que estaba ávido de disfrutar la música de la banda norteamericana.