Hoy es un día clave para los 470 trabajadores de la autopartista Delphi, que deberán decidir si aceptan la propuesta de Cibasa, la nueva oferente para quedarse con el paquete accionario de la brasilera que deja el país. Los operarios se reunirán según los turnos, a partir de las 10 de la mañana y luego a las 17 se hará la audiencia de conciliación en la que llevarán la respuesta. Si deciden aceptar continuar con la fuente laboral con el nuevo empresario, comenzará recién la negociación entre Cibasa, cuyo dueño es Enrique Ruffo; y Delphi, que resolvió cerrar las puertas, para completar el proceso de compraventa. El problema es que esa negociación puede culminar en el traspaso definitivo de la firma o que no haya acuerdo y se caiga la operación, lo que aumenta la incertidumbre para el sector laboral. Una de las condiciones del comprador es mantener aquellos proyectos que lleva adelante la autopartista que fabrica mazos de cable, entre los que hay trabajos para modelos de Peugeot y Citroën. Y en segundo término, que le entreguen la firma en funcionamiento ya que lleva varias semanas parada. El viernes pasado Ruffo llegó a San Juan y mantuvo una extensa reunión con los trabajadores en la que también participaron autoridades del Ministerio de Producción y del Ministerio de Trabajo de la Nación. En caso de no aceptar, Delphi deberá indemnizar a los trabajadores.