Las esperanzas de encontrar supervivientes tras el hundimiento del buque surcoreano Sewol, con 270 desaparecidos, se desvanecieron ayer casi por completo ante el escaso progreso del rescate de la nave, cuyo casco quedó sumergido en su totalidad. Los buzos intentaron sin éxito por tercer día consecutivo penetrar en el transbordador, que descansa volcado sobre el fondo marino en aguas al suroeste del país a 30 metros de profundidad, lo que prácticamente descarta la posibilidad de hallar dentro a algún pasajero con vida.

Los expertos calculan que, en caso de haber bolsas de aire en el interior del buque, podrían permitir la supervivencia hasta unas 72 horas. Este tiempo ya ha transcurrido sin que las 176 embarcaciones, los 28 helicópteros y aviones y más de 650 buzos desplegados hayan logrado operar su plan de rescate en el interior de la nave.