La compañía Troy Resources NL desembarcó hace exactamente dos años en San Juan con la compra del proyecto Casposo (hasta ese momento en manos de Intrepid). Fue fundada en 1984 y cotiza en la Bolsa de Australia desde 1987, según declara en su sitio web oficial. Puede definirse como una compañía junior, de reciente incursión en el ámbito de la producción de metales –antes se dedicaba a la exploración- y volcada a la puesta en marcha de pequeños proyectos, de rápida ejecución.
Troy pasó de las filas de las empresas exploradoras a las productoras a partir del desarrollo de Cornishman Stage 1, en Southern Cross, una región del oeste australiano. En el año 2002 la compañía comenzó la producción en la mina Bulchina, al tiempo que mantuvo el 49 por ciento de la propiedad en la mina de Cornishman, que cerró en febrero de 2004 por malos resultados.
También en el año 2002, Troy desembarcó en Latinoamérica, al adquirir el proyecto brasileño Goiás Velho, que se puso en producción en marzo de 2003. En noviembre de 2006, mientras continuaban las operaciones en Australia, la compañía adquirió el proyecto de oro Andorinhas, su segunda inversión en Brasil.
El siguiente hito histórico destacado por la empresa australiana es la compra del proyecto de oro y plata Casposo, en San Juan. La operación se concretó en mayo de 2009, en tanto que el directorio de la firma dispuso avanzar con la producción en agosto del mismo año. Entonces se anunció su puesta en funcionamiento en el cuarto trimestre de 2010.
Además de Australia, Brasil y Argentina, Troy tiene inversiones en Mongolia. Troy declara tener una sólida reputación en el “desarrollo minero de vía rápida”, “operaciones de bajo costo” y “adquisiciones estratégicas”.
Troy es una compañía calificada como productora junior de oro, que paga dividendos por sus proyectos actuales: Sandstone, en el oeste australiano; Andorinhas Gold, en Brasil; y ahora Casposo, en San Juan.
Entre sus banderas, destaca la de haber desarrollado 5 minas en 10 años. Todo un récord, teniendo en cuenta la magnitud de las inversiones que requiere la minería. En la actualidad, Troy considera oficialmente al proyecto Casposo como uno de los argumentos más fuertes para atraer nuevos capitales. La inversión declarada en exploración superó los 5 millones de dólares en un año.
Día histórico
El 26 de marzo de 2009 el gobernador José Luis Gioja anunció a la prensa que había recibido al vicepresidente de la canadiense Intrepid Mines –hasta ese momento propietaria del proyecto Casposo- quien le informó que la compañía había sido adquirida por la australiana Troy Resources. La operación se terminó de concretar en mayo de ese año.
Intrepid tenía previsto explotar por sus propios medios el proyecto Casposo. Sin embargo, la crisis financiera internacional que estalló a fines de 2008 y se extendió durante 2009 derribó el plan. La aparición de Troy fue entonces la posibilidad de que se comenzara a construir la tercera mina de oro-plata en la provincia, después de Veladero y Gualcamayo.
Troy llegó a San Juan con un capital accionario de 57 millones de dólares. La compra de Casposo, a través de la compra de las acciones de Intrepid, se calculó en unos 20 millones de dólares, más otros 2 millones en moneda estadounidense a pagar después del inicio de la producción.
En cuanto a la conducción de la compañía, sólo exhibía ejecutivos con larga trayectoria en el rubro. El director de Troy, Paul Benson, acreditaba más de 20 años de experiencia en la industria minera, donde contaba con siete años de trabajo en la gigante BHP Billiton. El responsable de Casposo, Kent Nilsson, sumaba más de 30 años dedicados a la actividad.
