San Juan, 11 de diciembre.- A más de siete meses del golpe comando al campamento que Cartellone tiene sobre la Ruta Nacional 150, en Bermejo, Jáchal, y en el que mataron a un sereno e hirieron gravemente a otro, uno de los detenidos habló en exclusiva con Diario de Cuyo Online. Roberto ‘Cotina’ Ortiz, quien está acusado de robo agravado, sospechado de ser el jefe del grupo y pirata del asfalto, mantuvo una charla por celular desde su celda, cosa que dijo es “normal”.

El hombre, que cayó preso a finales de agosto en el partido bonaerense de Almirante Brown, aseguró no tener nada que ver con el crimen, no conocer a los otros detenidos y sólo haber “prestado sus servicios como remisero”, aunque el juez de la causa, Pablo Oritja, cree que no solo fue el cerebro del atraco sino que también eliminó a uno de sus cómplices, legalmente prófugo desde el hecho y del que nada se sabe aun.

Ortíz afirmó que tomó la determinación de hablar con la prensa porque su concubina, Yanina Valeria Miras, continúa detenida, aunque según él no haya pruebas que la involucren en el sangriento caso. “A ella la detuvieron porque me querían a mí, fueron sin orden de allanamiento y se llevaron un montón de cosas. El juez esta ‘emperrado’ con nosotros”, dijo y agregó que la mujer no recibe la asistencia médica necesaria para su problema de hipertensión.

Respecto a lo que sucedió la madrugada del 3 de mayo en el departamento del norte dijo: “La persona que queda viva (por Sergio Díaz, el obrero que resultó herido durante el atraco) sabe cómo fue todo. Yo nunca fui a Jáchal. Yo soy trabajador y sólo me contrataron para llevarlos desde San Juan a Albardón y de Chepes a Buenos Aires, por eso cobré 3 mil pesos”, relató.


Según dijo el reo, él había acordado con Ramón Pérez (el involucrado del que nada se sabe), Carlos Javier Echenique (40) y Juan Domingo Fernández esperarlos a bordo de su Chevrolet Astra en Chepes, La Rioja. “Ni sé como consiguieron mi número, pero me llamaron y me dijeron que necesitara que los guiara hasta Buenos Aires para llevar unos camiones”, contó.

“Llegaron dos de los tres y me dijeron que habían tenido que dejar los camiones en otra parte, pero que de Buenos Aires iban a traer otros. Allá me dicen que eran robados, pero no me dicen que habían matado gente”, afirmó y agrego que no pensó en denunciarlos y convivió con ellos varios días en un hotel en la zona de Temperley.

En el último contacto entre los tres, aseguró que uno “tomó para el Sur y el otro para Córdoba”. Poco después, Ortíz fue detenido
en el conurbano bonaerense.

En las investigaciones policiales se cree que el hombre asesinó
a “Perico” Pérez por dos escuchas telefónicas (una de ellas con su esposa) en las que habría afirmado: ‘me lo comí’ o ‘ya fue’, en referencia a su cómplice.

“Yo no maté a nadie, que me muestre las pruebas y me condene. Yo sé que no tengo nada que ver”, dijo desde el pabellón 2 del “sector viejo” y por celular. “Acá cada uno tiene lo que quiere”, agregó el referencia al uso del aparato dentro del Penal de Chimbas.