Los mexicanos vivieron horas de conmoción por el derrumbe mortal de un cerro en la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec, en el sureño Estado de Oaxaca. El deslave ocurrió en la madrugada de ayer como consecuencia de las fuertes lluvias registradas las últimas semanas.
En principio, funcionarios de Protección Civil calculaban que al menos ocho personas murieron y 100 estaban desaparecidas.
Pero más tarde, el gobernador del sureño Estado de Oaxaca, Ulises Ruiz, afirmó que los más recientes informes daban cuenta de sólo cuatro muertos y 12 desaparecidos.
Aunque hubo un deslave de otro cerro en la comunidad de Villa Hidalgo, las autoridades consideran que el derrumbe en Santa María Tlahuitoltepec fue el más grave, debido a que se desplomó una franja de unos 200 metros de un cerro y sepultó entre 100 y 300 viviendas.
El presidente de México, Felipe Calderón, ofreció ayer a las autoridades locales de Santa María Tlahuitoltepec, "toda la ayuda del Gobierno federal" para hacer frente a la tragedia y expresó en un mensaje su solidaridad con todos los afectados.
Protección Civil estatal, a través de su portavoz, Luis Marín Castillejos, confirmó que las labores de apoyo, en las que participa personal del Ejército, de la Marina y paramédicos de la Cruz Roja, estaban presentando problemas debido al mal tiempo y la lluvia que persiste en la zona.
"Las condiciones climáticas no han permitido que algunos helicópteros vuelen", explicó el portavoz estatal, quien se mostró pesimista con los pronósticos para las próximas horas. Llevar a los afectados agua, medicamento y alimentos es la prioridad de los equipos de rescate, que probablemente enfrentarán la misión de buscar cadáveres entre el lodo y el barro.
Por su parte, el presidente de la Cruz Roja Mexicana, Daniel Goñi, explicó que la zona se enfrentaba un "desastre mayor".
"Se calcula que cuanto menos hay alrededor de mil fallecidos y un número importante de damnificados, algunos lesionados, otros en la parte material. Es casi como determinar la erupción de un nuevo volcán", indicó.
Goñi aclaró que la cifra de posibles víctimas mortales era un escenario basado únicamente en la cantidad de viviendas afectadas, entre cien y trescientas, no en muertes confirmadas aún.
"Hasta no tener cuerpos a la vista no se puede determinar que ha fallecido pero al estar cubierto por un alud de lodo y tierra, la posibilidad de que haya muertos es inmensamente grande", señaló.
Finalmente, el presidente de la Cruz Roja pronosticó que las labores de rescate podrían durar "varias semanas", debido al acceso tan complicado a la comunidad y a lo remoto de la misma, localizada entre montañas a las que se accede por una carretera sinuosa.
En esta vía que comunica Oaxaca capital con la región del Istmo de Tehuantepec dos puentes están derrumbados, uno de ellos el Macuilxochitl.
