Es tradición que futbolista que convierta tres goles o más en un encuentro puede quedarse con la pelota del partido. Y así lo hizo Cavenaghi, no sin antes discutir con el utilero de Rafaela, quien no quería saber nada con que el delantero de River se llevara el balón. "No tengo muchas pelotas, no soy Messi. Cuando se da un partido así, es un lindo recuerdo", dijo el Torito y se dio el gusto.