Sergio y Pablo Schoklender vuelven a la cárcel luego de haber estado tras las rejas por los asesinatos de sus padres. Las piruetas del destino mostraron, al menos en las primeras horas posteriores a la orden de arresto de ayer, la misma escena de hace añares: en prisión Sergio y prófugo Pablo, quien finalmente se entregó a la justicia. Y aparece otro dato: las puertas de la cárcel vuelven a abrirse para los hermanos en el mismo mes en que, hace 31 años, se produjeron los homicidios de sus padres Mauricio y Cristina por los que fueron condenados. El 30 de mayo de 1981 hubo una orgía de sangre en el departamento familiar, en medio de situaciones aún no esclarecidas, que fueron desde el supuesto incesto hasta el presunto tráfico de armas y posibles venganzas. Luego de la matanza, los hermanos huyeron. Intentaron fraguar una historia sobre un supuesto gran negocio que les permitiría salir del país, pero finalmente no se concretó. Sergio fue atrapado la costa atlántica y Pablo terminó en el interior del país, donde fue arrestado más tarde. Sergio, tras hacerse cargo de los homicidios, en 1985 recibió la condena a cadena perpetua. A Pablo también se le aplicó la pena máxima. En 1995, Sergio pudo empezar a salir de la cárcel, mientras Pablo recién volvió a ver la luz de la libertad en 2001. Sergio fue ‘adoptado‘ por la jefa de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Fue nombrado apoderado de la entidad. Desde entonces, la historia gira en torno al programa ‘Sueños Compartidos‘ y a las viviendas sociales con fondos aportados por el Estado.
