Julio Correa llegó a ser juez de la mano del bloquismo. Sus últimos años como magistrado fueron turbulentos y terminó teniendo una salida escandalosa de la Justicia Federal. Fue removido del cargo el 28 de junio de 1995, luego de que 30 de 31 senadores nacionales lo encontraron culpable de 4 cargos -el único que votó en contra fue Alfredo Avelín-. El primero cargo fue por valerse de su condición de juez para presionar al gerente de un banco con el objeto de obtener condiciones especiales de refinanciación para un depósito en dólares a favor de Rogelio Andrade, el segundo por no excusarse en un amparo de Andrade contra el Banco Central, el tercero por no guardar una conducta irreprochable y el cuarto por exceder sus atribuciones al disponer un régimen de detenciones domiciliarias al margen de la ley.

Ya sin ser juez, fue sometido a un juicio por el delito de “coima”. El Tribunal Oral Federal lo condenó en 1996 a un año de prisión en suspenso (foto) al determinar que le pidió a un procesado ante su tribunal que le pague las vacaciones a él y a su familia para favorecerlo en una causa.