Después de 20 denuncias y tres condenas, el exsecretario de Transporte de la era K, Ricardo Jaime, quedó ayer detenido a la espera de su indagatoria por el juez federal Julián Ercolini, quien lo investiga en una causa por presunto pago de sobreprecios en la compra de material ferroviario usado a España y Portugal en el año 2005.
En la resolución en la que ordenó la detención del exfuncionario kirchnerista, el juez sostuvo que ‘los fondos abonados por el material rodante adquirido‘ eran de ‘desproporción exorbitante en relación a su calidad y funcionalidad real‘, lo que ‘hace presumir que grandes sumas de dinero fueron sustraídas de la esfera de la administración pública por los funcionarios a quienes fueron confiadas’.
La adquisición, realizada en el marco del llamado ‘Plan Nacional de Reorganización, Recuperación y Modernización del Ferrocarril Nacional‘ demandó una erogación de algo más de 100 millones de euros, pero dado el pésimo estado de vagones y locomotoras destinados al ramal Belgrano Cargas ‘no sirvieron ni siquiera como repuestos‘, añadió Ercolini.
El magistrado, que le tomará indagatoria este lunes, invocó el peligro de fuga de Jaime a raíz de su ‘capacidad de relaciones residual para la facilitación de vías de transporte para eludir la acción de la Justicia‘, así como su situación judicial, ya que tiene tres condenas, aunque ninguna firme.
También ordenó la detención de su exasesor ad honorem Manuel Vázquez, vinculado a una consultora española que recomendó la compra, para indagarlo en la misma causa. Además llamó a cumplimentar el mismo trámite, aunque sin detenerlos pero con prohibición para salir del país, al sucesor de Jaime en el cargo, Juan Pablo Schiavi, quien será indagado el viernes 8, y a Ignacio Soba Rojoy y Ricardo Testuri.
El primero se desempeñaba como presidente de la empresa Caesa, que según la resolución cobró ‘altas comisiones’ en concepto de honorarios para la prestación de servicios de asistencia técnica en relación al material ferroviario adquirido a España y Portugal por lo que ‘cabe sospechar, determinó la dirección de sus intervenciones en las conductas descriptas‘, sostuvo el juez.
Jaime, sobre quien pesan ya dos condenas por delitos de corrupción, se entregó a media mañana en la sede de la Policía Federal del barrio Alta Córdoba, en la capital mediterránea, desde donde comenzó su traslado poco después hacia la Capital.
Poco antes de hacerlo, en declaraciones a un canal de TV, calificó de ‘innecesaria‘ su detención alegando que ‘ni siquiera’ había sido indagado en causa, y consideró que su abogados harán ‘las presentaciones que tengan que hacer‘.
La orden judicial incluyó la instrucción para que ambos detenidos sean alojados en la Unidad Especial Investigaciones y Procedimientos Judiciales ‘Buenos Aires‘ de Gendarmería Nacional, vecina a los tribunales de Comodoro Py. Desde allí serán trasladados el lunes a primera hora al cuarto piso del edificio judicial, donde está el despacho de Ercolini, quien fijó la audiencia a las 10.
La decisión judicial tuvo rápida repercusión política ya que la diputada oficialista Lilita Carrió proclamó que ‘es un día muy feliz‘ porque ‘este es el camino de la República’, y tras elogiar la ‘honestidad’ de Ercolini, vaticinó las detenciones del exjefe gabinete, Aníbal Fernández, y del exministro de Planificación, Julio De Vido.
Por su parte, la diputada Margarita Stolbizer (GEN) aseguró que con la detención de Jaime, ‘comienza el desfile de funcionarios kirchneristas en Tribunales para responder ante la Justicia por casos de corrupción’.
