San Juan, 21 de Septiembre.- El Parque de Mayo se encontraba desolado, pocos eran los chicos que llegaron temprano para disfrutar del buen clima y la música. Sin embargo, se espera que para la tarde, como es lo habitual, el afluente de público sea mayor.
Quienes sí acamparon desde temprano fueron lo vendedores ambulantes. Hasta el momento, hay más de cincuenta puestos montados en las veredas del Parque de Mayo, allí se ofrecen anteojos, ropa, comida, artesanías y hasta DVDs. También es mucha la cantidad de vendedores que ofrecen sus comidas entre los grupos de chicos.
El municipio de la Capital destinó 21 inspectores para controlar los puestos. “La idea es que no se ubiquen sobre el césped y no prendan fuego, nuestra tarea es controlar”, explicó un inspector.
