No es una "enfermedad rara” como se llama a aquellas que sólo afectan a muy pocas personas. Sin embargo, el cáncer infantil tarda muchas veces en ser diagnosticado correctamente y, aún así, en recibir el tratamiento adecuado. Todavía no se comprende bien que las situaciones que en el cáncer de adultos son muy serias y dolorosas, en el que afecta a los chicos son aún más duras.
Cada año, alrededor de 250.000 niños en el mundo enferma de cáncer; hoy se cura aproximadamente el 70% de los casos de cáncer infantil. Los altos índices de curación son los que alientan a las personas comprometidas con la necesaria difusión de estos temas para continuar con una lucha que debe ser diaria. Según un informe que presentó el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA), dependiente del Instituto Nacional del Cáncer, del Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina hay unos 12.740 niños que luchan contra el cáncer.
Esto significa que la enfermedad se presenta en 128 personas menores de 15 años por cada millón de habitantes. El 61% sobrevive a la enfermedad. Si bien la tasa de incidencia es similar a la de otros países de la región, el drama humano que se desencadena en la vida de cada una de esas 128 familias que reciben tal diagnóstico es infinito. La dificultad para acceder al tratamiento no es la mayor complicación, ya que, según cifras del Ministerio de Salud, el 80% de los casos recibe atención en el sistema público de salud.
En cambio, el tiempo que se demora hasta llegar al diagnóstico certero y el desarraigo de las familias que tienen que trasladarse y fracturarse para que sus hijos reciban tratamiento son hoy los peores enemigos de los niños con cáncer. De hecho, el 42% de los niños con patología oncológica debe migrar en algún momento del tratamiento a centros asistenciales de mayor complejidad ubicados en una provincia diferente de la suya. Según un informe del Ministerio de Salud de la Nación, los tres principales tipos de cáncer que afectan a los niños son las leucemias, con el 36,8% de los casos; los tumores del sistema nervioso central, con el 18,8%, y los linfomas, con el 12,7% de los casos.
Hay que recordarlo una vez más: de acuerdo con la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, todo niño tiene derecho a la vida, al tratamiento de su enfermedad, a la rehabilitación y a la educación.
