Violentos incidentes se registraron ayer en Bariloche, en repudio por la muerte de un chico de 15 años que fue baleado ayer por un policía, y tras conocerse que otros dos jóvenes murieron baleados durante la protesta por el caso.
A raíz de estos hechos el gobernador rionegrino, Miguel Saiz, dispuso ayer el pase a disponibilidad del comisario Jorge Carrizo, jefe de la comisaría 28 de Bariloche. Del mismo modo, se dispuso separar de sus funciones a los cuatro efectivos policiales que intervinieron en el procedimiento realizado en la madrugada del jueves, cuando el joven recibió un balazo mortal en un confuso episodio.
Todo se inició el jueves en el barrio Boris Furman de Bariloche, cuando Diego Bonefoi (15) fue perseguido por varios policías y durante un forcejeo recibió un balazo en la cabeza que le causó la muerte.
Según la versión policial, Bonefoi huía a las 4.40 tras un robo en el vecindario, y un cabo de la Comisaría 28 -cuya identidad no fue informada- lo alcanzó y se trenzó en una pelea corporal, momento en el que se le escapó un tiro.
El juez Martín Lozada dispuso la inmediata detención del policía implicado, y el secuestro de las armas de él y sus compañeros de operativo.
Familiares de la víctima y vecinos del Barrio Alto protestaron durante toda la tarde del jueves, en la que se sucedieron algunos enfrentamientos con la policía, en los que resultaron muertos a balazos Nicolás Carrasco (17) y Sergio Cárdenas (29).
Ante estos hechos unas 200 personas llegaron ayer a la tarde al Centro Cívico para reiterar su repudio por el crimen del adolescente, que consideraron una acción de "gatillo fácil" provocada por el cabo de la comisaría 28, y por la muerte de los otros dos jóvenes.
Los manifestantes arrojaron piedras contra la seccional 28, apedrearon la jefatura policial y otras oficinas administrativas.
De acuerdo al informe, durante los disturbios la policía detuvo a decenas de manifestantes.
