Un dosificador de insecticida orgánico ecológico para silos de granos almacenados y un producto para la limpieza de las parrillas trasladables o los comúnmente conocidos como “chulengos”, ambas innovaciones sanjuaninas que utilizan a las tierras de diatomeas como materia prima. Las diatomeas son antiquísimas y microscópicas algas que vivieron hace 30 millones de años en el fondo de lagos de agua dulce y al emerger la Cordillera de Los Andes, quedaron al descubierto. Lo que llega hasta esta época son las pequeñísimas estructuras silíceas fosilizadas. Debidamente molidos, los esqueletos de las diatomeas se conviertan en microscópicas agujas de silicio, filosas y dañinas a los insectos. Además de ser un excelente insecticida, por su gran cantidad de minerales y oligoelementos, ayudan a curar y nutrir suelos agotados.
Josué Goldin y Verónica Pizarro (ambos distribuidores de DiatomiD, la firma local que comercializa diatomeas al país y al mundo) fueron los desarrolladores de estas propuestas. El dosificador fue presentado recientemente en la última edición de INNOVAR con excelentes repercusiones. Se trata de una tolva con un sinfín en su base el cual acarrea la diatomea hasta la punta, la cual está abierta y justo en el medio de la noria donde se descargan los granos en el establecimiento para luego ser ensilados. “De esta forma la diatomea se mezcla homogéneamente y toma contacto con cada grano y así protegerlo de plagas gracias a sus propiedades insecticidas, además tiene propiedades absorbentes y controla humedad, evitando la aparición de hongos”, explicó Josué Goldin.
La idea del dosificador surgió a partir de las necesidades de sus usuarios. Actualmente las tierras de diatomeas se usan con excelentes resultados en el control natural de plagas de las zonas agrícolas del Centro y Litoral del país. El problema era que hasta el momento la dosificación se efectuaba de forma manual, al no contar con una herramienta para esta tarea.
La ventaja de la incorporación de este desarrollo tiene que ver directamente con los costos. Con la aplicación de este producto natural se reduce la inversión en onerosos insecticidas químicos que luego de su utilización, obligaba a los productores al lavado intenso de los granos. “Ahora aplican diatomeas que se extraen y procesan en nuestra provincia y a la hora de envasarlo lo hacen cuando quieren y la diatomea se envasa junto a los granos”, agregó Goldin.
Asadito impecable
Para amantes del asado, otro producto genial de próximo lanzamiento son las diatomeas en polvo para la limpieza de los asadores móviles. La charla con los usuarios de los populares “chulengos” llevó a estos investigadores a pensar en una alternativa para su limpieza. “La grasa que escurre de la parrilla cae en la lata, luego se seca, se solidifica por las cenizas y el polvo que se acumula. Resulta antihigiénico y también es peligroso porque la grasa acumulada a veces combustiona y se prende fuego. Con el producto aplicado en la base de la parrilla antes de prender el fuego se evitan estos problemas”, explicó la fuente. Para ello el usuario deberá aplicar en la base de su asador a razón de 300 a 400 gramos de diatomeas antes de encender el fuego. Todo depende de la cantidad de carne que se cocine, pero según las evaluaciones con 300 gramos del producto se pueden llegar a hacerse tres asados. La grasa que escurra será absorbida por las diatomeas, tampoco desprenderá olor por sus propiedades desodorantes, ni habrá presencia de moscas u otros insectos por su poder insecticida. “Una vez frío el parrillero el producto se seca y se forma como una especie costra que se puede quitar con una espátula o los utensilios del asador. “Este residuo que queda se puede utilizar como un maravilloso fertilizante orgánico con mas de 40 micro nutrientes, aportados por la diatomea principalmente y por las cenizas de la leña o el carbón. De esta forma se hace un circulo cerrada de producto mineral organico ecologico 100% reciclable”, concluyó Goldin.
