Desde el año 1990, en Francia comenzó a observarse en viñedos de la variedad Syrah, muerte de plantas y otros síntomas a los que se denominó globalmente como ‘Decaimiento del Syrah’. Esta sintomatología sólo se observaba en la variedad Syrah y, en pocos años se confirmó que se observaba en todo el mundo vitivinícola: Francia, Sudáfrica, Estados Unidos, Chile, España. En Argentina, se observaron síntomas en 2002 y 2003, llamando la atención de técnicos e investigadores que coincidían en la descripción de los síntomas, pero no alcanzaban a encontrar las causas y naturaleza del problema. En el año 2011, el IFV (Instituto Francés de la Vid y el Vino), publicó un trabajo resumen de variadas investigaciones en el que se descarta el origen patológico del síndrome.
‘Los avances en las investigaciones realizadas han permitido dejar fuera de la causa a hongos, bacterias, fitoplasmas y viroides. Los trabajos sobre los virus, permiten descartar la implicancia de 23 de los principales virus factibles de infectar la vid. En paralelo, se ha observado que no hay transmisión a otros cepajes en ensayos específicos de transmisión por injerto. Como se observa en la foto 8, las grietas quedan limitadas a la parte del syrah (ejemplo de un doble injerto). Parece por lo tanto, muy poco probable, que la causa primaria del decaimiento del syrah sea de orden patológico’, sintetiza la investigación del IFV.
Se ha postulado a partir de este informe, que la causa del ‘decaimiento’ es de origen genético. ‘Se ha comprobado que uno de los tres marcadores genéticos utilizados para la diferenciación clonal, está fuertemente correlacionado a la sensibilidad al decaimiento, en los 368 test realizados. La identificación del ‘efecto clon’ asociado al descubrimiento de este marcador, ha conducido a formular la hipótesis de un origen genético del síndrome’.
Como resultado de estas investigaciones se concluye: ‘Ha sido observado un fuerte efecto del clon en el desarrollo de los síntomas. Los 9 clones actualmente registrados pueden agruparse en 3 categorías de sensibilidad: Muy poco sensibles (clones 470, 524 y 747), Poco sensible (clon 471) y Sensibles (clones 100, 174, 300, 525 y 877).
En tal sentido, el informe agrega: ‘solamente los clones muy poco sensibles son recomendados para las nuevas plantaciones.’
Conjuntamente se ha observado que hay condiciones predisponentes que determinan la progresividad de la aparición de síntomas y también la rapidez con que las plantas llegan a la muerte desde la aparición de los primeros síntomas. Entre estos factores, el más importante es el agotamiento de reservas de la cepa, ya sea, por sobrecarga de frutos, daños por enfermedades o granizo, o estrés hídrico severo. También influye el portainjerto, mostrándose como los más sensibles o predisponentes el R 110 y R 99, destacándose que los síntomas se presentan tanto a pie franco como en plantas injertadas sobre pie americano.
Algunas recomendaciones
Surgen de estos estudios algunas recomendaciones, entre las que se destacan la utilización en nuevas implantaciones de clones poco sensibles con portainjertos no predisponentes. En las plantaciones existentes la recomendación más importante es mantener un desarrollo vegetativo y reproductivo equilibrado que asegure suficientes reservas de un año al otro, con lo que se disminuye sensiblemente la mortandad de plantas. Actualmente se trabaja en la selección de nuevos clones no sensibles, los que podrán dar seguridades a futuras plantaciones.
Síntomas
‘El síndrome se caracteriza por la presencia de agrietamientos en el punto de injerto algunas veces asociado a un enrojecimiento del follaje en otoño (al final del verano o en otoño muchos años después de la aparición de las grietas. Esto no debe ser confundido con enrojecimientos debido a virosis (Leaf roll). En el caso del decaimiento, el enrojecimiento está siempre asociado a las grietas. Los análisis celulares han mostrado, en las hojas rojas, una acumulación anormal de almidón y polifenoles.
Muchas cepas agrietadas, pueden permanecer verdes y productivas por varios años. Síntomas similares han sido identificados en plantas de syrah de pie franco en Argentina y en Chile. Las grietas aparecen donde la planta fue rebajada al final del primer año, es esto lo que 4 a 5 años después, parece indicar que la herida es un factor desencadenante.
Observaciones en Mendoza
Los ingenieros Cristóbal Sola, Daniel Bergamin y Hugo Gold realizaron un estudio de observación sobre la parcela de Syrah que tiene Vivero Mercier. Se confirmaron los síntomas descriptos en otros países sobre la muerte de este cepaje.
En la colección de variedades y portainjertos de vides de Vivero Mercier Argentina, situada en Perdriel, Lujan de Cuyo, Mendoza, se encuentran diversas combinaciones de clones y selecciones masales de la variedad Syrah, tanto a pie franco como injertadas sobre pie americano, implantadas en el año 2002. Desde el año 2009 al 2012 se vienen realizando observaciones en dichas parcelas en las que se hacían manifiestos los mismos síntomas descriptos en otros países como ‘Decaimiento del Syrah’ y en coincidencia con los ya señalados en artículos periodísticos por los colegas Ing. Néstor Desgens y M. SC. Ing. Gustavo Matocq en la Provincia de San Juan.
Dado que se trata de pequeñas parcelas sin repeticiones, implantadas sólo con carácter de colección, no se pueden sacar conclusiones definitivas, no obstante es posible corroborar las conclusiones obtenidas por el IFV, en cuanto a la diferente sensibilidad de los clones a esta problemática y el carácter fisiológico de los daños a nivel de tejidos. En la misma parcela hay implantadas otras variedades, entre las que se encuentran Cabernet Sauvignon, Malbec, Chardonnay, (en cantidad de plantas similares al Syrah). De estas últimas, en el mismo período de observación hubo, por diversas causas, un porcentaje de mortandad de plantas del 2%, 1% y 0% respectivamente, frente a un 30% en la variedad Syrah. Estas cifras y los síntomas característicos confirman que la muerte de las plantas de Syrah se ha producido a raíz del todavía poco conocido ‘Síndrome de Decaimiento del Syrah’. En las mismas parcelas se pudo a su vez confirmar la diferente sensibilidad de los clones como factor predisponente a la manifestación de síntomas.
De acuerdo a nuestras observaciones, podemos confirmar que los clones 100, 300, 301, 383 y 525 se comportan como muy sensibles, con más de un 50% de mortalidad de plantas. Los clones 99, 174 y 877 se comportan como intermedios, y solo el clon 470 se comporta como menos sensible, en casi total coincidencia con lo informado por el IFV. En cuanto a los portainjertos, como factor agravante se observa la mayor sensibilidad en 3.309 C y la menor en P.1103, con un gradiente relacionado probablemente al vigor del portainjerto. Se confirma además, que las condiciones de estrés hídrico actúan también como factor agravante, ya que en los años en que estas condiciones fueron más severas, fue cuando se observó el mayor porcentaje de mortandad.
