“Es una discriminación no pagarle una asignación a los alumnos que van a las privadas”. La frase la subrayó el abogado Alberto Sánchez como asesor legal del Consejo Arquidiocesano de Educación Católica (Conadec) que engloba a los colegios parroquiales de la provincia, entre otros. Es la misma idea que se escuchó varias veces en el recorrido que hizo este diario por algunos establecimientos y también en las primeras repercusiones desde la Iglesia, la Defensoría del Pueblo, el CELS y dirigentes de la oposición, por el quite del beneficio para el sector, que luego quedó en suspenso hasta fin de año. Según Sánchez, la Conadec inició ante Anses a principios de este año, cuando se empezó a hablar de que los chicos de privadas no tendrían asignaciones, un expediente donde hicieron un planteo formal de discriminación. “Planteamos que el decreto-acuerdo 1602-09 es claro porque habla de que el derecho a las asignaciones es de los chicos de establecimientos educativos públicos, es decir, todos los que están incorporados dentro del régimen de la educación argentina, que a su vez tiene dos subsistemas, la estatal y la privada, pero ambas son públicas”, dijo Sánchez Sobre la consideración de que un chico de privada no necesita el subsidio nacional, el abogado analizó que “es un prejuicio. Lo único que indica que un padre esté pagando la educación es que está apostando a ella como un elemento para mejorar la calidad de vida de su hijo. Hay gente de mucho dinero que envía a sus hijos a la estatal y gente muy humilde que envía a sus chicos a las parroquiales en los departamentos. No tiene nada que ver con el poder adquisitivo”. DIARIO DE CUYO cosechó tres historias de mamás con chicos en escuelas parroquiales que dijeron tener miedo de perder el beneficio (ver aparte).
