Una dieta con alto contenido de calcio y de fitato disminuye el riesgo de que las mujeres desarrollen cálculos renales, según un estudio que publicó recientemente la revista Archives of Internal Medicine.


“Este estudio sugiere también que algunos factores dietéticos de riesgo pueden variar con la edad y el sexo”, indicó el autor del estudio, Gary Curhan, del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston, en el estado estadounidense de Massachusetts.


Los cálculos renales, que afectan a aproximadamente una de cada 1.000 personas en los países ricos cada año, están hechos frecuentemente de oxalato de calcio y cristales salinos que provienen el ácido oxálico. Otras sustancias que contribuyen a la formación de piedras incluyen ácido úrico, estruvita y cistina. Normalmente esas sustancias deben ser eliminadas con la orina.


El hecho de que esas piedras tengan un alto componente de calcio lleva a muchos médicos a sugerir a los pacientes afectados a que recurran a dietas de bajo contenido de calcio.


Curhan analizó la dieta de casi 100.000 enfermeras, con edades de 27 a 44 años y encontró que las que ingerían más calcio de alimentos como leche, queso y yogurt redujeron su riesgo de cálculos renales en un 27 por ciento.


Asimismo, el estudio encontró que mientras la ingestión de azúcar aumenta el riesgo de piedras renales, y el consumo de carne no es un factor de riesgo importante, la ingestión de fitatos disminuye este riesgo. El fitato es un componente que se encuentra en los cereales integrales, legumbres y frutos secos.


Los cálculos o “piedras”, que pueden tener desde el tamaño de un grano de arena hasta el de una pelota de golf, obstruyen las vías urinarias o pasan a la vejiga. El tratamiento para destruirlos incluye ultrasonidos o, en casos más graves, la cirugía.