A la caída sin control de la nave espacial rusa Progress y que mantiene en vilo al mundo esperaban verla desde anoche y, por cercanía, los habitantes de los departamentos norteños como Jáchal e Iglesia. Es que eran los que más chances tenían de poder observar la estela luminosa, de acuerdo al astrónomo Hugo Levato. Igual, como el margen de error en los cálculos de los especialistas es de varias horas, Levato no descartó que el paso se produjera en la madrugada de hoy (siempre y cuando hubiera condiciones meteorológicas favorables en el cielo).
El carguero espacial no tripulado, en caída libre hacia la Tierra desde que los operadores rusos perdieran su control el 28 de abril, se iba a desintegrar en la atmósfera y a la Tierra iban a caer restos, posiblemente al Este de Nueva Zelanda.
"A medida que pasaron las horas se fueron mejorando los cálculos y por consiguiente se fueron teniendo más precisiones. La nave viajaba en diagonal a la Argentina y esa predicción de trayectoria incluía el paso desde La Rioja hacia Buenos Aires, por lo que desde departamentos como Iglesia y Jáchal había más chances de poder verlo’, señaló Levato, director del Instituto de Ciencias Astronómicas, de la Tierra y del Espacio.
"La caída del carguero iba a verse como una estela luminosa, similar a un meteorito. Lo que a iba a impactar eran trozos de titanio o acero, todo lo demás se iba a desintegrar por fricción con la atmósfera’, dijo.
De acuerdo a los informes periodísticos, el 28 de abril Rusia envió 2.722 kilos de suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI) por intermedio de la nave no tripulada Progress M-27M. Pero no pudo acoplarse con la estación.
El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control del carguero después de que quedara situado en una órbita errónea y dejara de enviar datos a la Tierra debido a que no se desplegaron todas sus antenas. Los intentos por retomar el control de la nave fueron infructuosos.
