Ricardo Dillon, el DT de Independiente Rivadavia, vivió el partido, fiel a su manera. Tal como era costumbre cuando vestía el buzo de técnico de Desamparados. Cuando iban pocos minutos, el árbitro Germán Delfino lo expulsó a él y sus acompañantes por haber ingresado tarde. Ahí el Flaco se trasladó a uno de los palcos para observar el partido desde ahí. A los 30’, bajó a la platea Suroeste, y en el afán de querer ser escuchado por su ayudante de campo, cruzó algunas palabras con el banco de suplentes de Desamparados. Como es habitual en su forma de ser, se lo vio siempre alterado, dando indicaciones todo el tiempo, y siempre acompañado por cuatro custodios. En el entretiempo cruzó algunas palabras con Bonetto y el cordobés también fue suspendido. Tras la derrota, analizó como se dio el trámite del partido: “Cometimos errores propios y eso Desamparados lo aprovechó, el árbitro hizo todo lo posible para que pierda Independiente, eso no le quita mérito a Sportivo”. Era un clásico y Dillon lo vivió así: “Partidos como éste no se pueden regalar. El primer gol nos condicionó, porque a partir de ahí nos desconcertamos”. Su pasado por Sportivo hizo que se levantaran algunos rumores: “Escuché gente que dijo que perdimos, porque yo no quise ganar el partido, eso no tiene nada de cierto”. Con respecto al reconocimiento del hincha de Desamparados dijo: “Que la gente acá me reciba bien es mérito de lo que yo hice en este club, estoy agradecido. Pero no significa nada. Hay que saber dividir las cosas”.
