“El Pirquinero”, como el resto de la obra de Luis Fernández Mota, es una pieza escultórica hecha con “gres cuyano”, tal como lo denomina su autor, que es la cerámica propia de San Juan, arcilla de baja temperatura que fundida en el horno a leña adquiere tonalidades que van desde el naranja pálido hasta los verdes ocres.
En palabras del propio Luis, “esta pieza representa a uno de los trabajadores de la zona, el buscador de piedras, de elementos minerales que salía a explorar la montaña. A pie, y en sintonía con la naturaleza, su búsqueda se basaba en la observación y exploración simple siempre respetando la montaña, su impronta y vida. A esos primeros mineros, alquimistas de la montaña, este breve homenaje”.
