A San Juan no le hace falta tener un Barrio Chino propiamente dicho -tal como sucede por ejemplo en Belgrano, en Capital Federal, donde es punto de concentración de la comunidad oriental y también de los amantes de la comida con dos palitos- ni tampoco mayores festejos para el Año del Dragón (ver páginas 30, 31 y 32) para poder darse un gusto gastronómico heredado de las tierras asiáticas. Siguiendo las tentaciones propias de los sabores y aromas exóticos, el chef Federico Castro, instructor del IGA (Instituto Gastronómico Argentino) propone una carta de comidas orientales.
"La gastronomía asiática es la representación de una cultura y una historia milenaria que aún en la actualidad conserva sus costumbres. Pero también es un arte culinario muy destacado y muy detallista, como si fuera poco la comida china es una de las más sanas del planeta. De hecho la alimentación en estos territorios está ligada a la buena salud, ya que tiene relación directa con el ying y el yang, es decir cada plato tiene como eje principal buscar el equilibrio en el que los comensales puedan comer todo tipo de alimentos. Es por eso que este tipo de comidas utiliza una infinidad de vegetales, frutos de mar, cereales (el arroz es infaltable) y gran cantidad de legumbres, especialmente la soja (en su variedad de queso, leche, margarina o aceite). Además se aprovecha de los derivados de estos alimentos por ejemplo del arroz se obtienen destilados líquidos que dan lugar a dos grandes insumos muy usados en este país: el mirim (vinagre de arroz) y sake (vino de arroz). La comida china se basa en cocciones cortas, con fuego alto, el indispensable uso de wok (una sartén de metal que brinda una perfecta distribución del calor y permite un excelente manejo en grandes volúmenes de alimentos), también la utilización del vapor como uno de los principales métodos de cocción, poca cantidad de materia grasa en las cocciones y recetas", explica el chef para justificar su fascinación por estos platos.
