El tenista serbio Novak Djokovic le ganó ayer al español Rafael Nadal por 6-3 y 6-4 la final del torneo de Maestros y obtuvo su tercer trofeo del certamen que reúne anualmente a los ocho mejores del año.
En una hora y 36 minutos, el número dos del mundo logró su 22° victoria al hilo y si bien no podrá escalar posiciones en el ranking, la superioridad con la que derrotó al mejor de la clasificación será una gran motivación en la carrera para quedarse con ese puesto en 2014.
Djokovic y Nadal entraron al estadio y adentro del court comenzó el verdadero show: el serbio fue una ráfaga, ganó con firmeza los puntos de sus servicios y mantuvo el pulso para quebrar y ponerse 3-0 en menos de un cuarto de hora.
La estrategia del serbio fue hostigar a su rival mediante un juego ofensivo desde la red, tiros a la línea y, cuando eso no funcionaba, remates cortos con efecto. Con esa ventaja, Djokovic defendió su servicio y se quedó con el set 6-3 en 44 minutos de juego.
En el segundo parcial, “Rafa” volvió a estar errático, lo que ayudó al nacido en Belgrado a tener un triple break point, el segundo del partido, que otra vez aprovechó, y lo celebró con un grito que rompió el silencio del O2 Arena. “Nole” estuvo lejos de sentir la presión de saber que el triunfo estaba cada vez más cerca y la tercera fue la vencida: Djokovic estaba en una noche en la que ni el mejor del planeta le podría ganar, y efectivamente eso ocurrió cuando el mallorquín tiró ancha una pelota y perdió el set 6-4 en 52 minutos.
