Estados Unidos, 4 de septiembre.- Los tres, en su conjunto, auguraban una jornada más feliz para el tenis argentino en el último Grand Slam de la temporada. Actualidad y antecedentes respaldaban, al menos, la posibilidad de soñar con los cuatro integrantes del equipo de Copa Davis instalados en la segunda semana del US Open.

No pudo ser. El primero en salir a la cancha fue David Nalbandian, quien tenía una cita estelar frente a Rafael Nadal, un rival durísimo al que no obstante había vencido en dos de las cuatro oportunidades que lo había enfrentado. Ninguno de los dos llegaba en su mejor momento, y el comienzo de partido reforzaba la ilusión por el cordobés.

Pero Nadal sacó el plus que tanto lo caracteriza y, pese a que hubo intento de reacción en el tercer set por parte del unquillense, se adueñó de la iniciativa y finalmente del pase a octavos de final. Fue 7-6(5), 6-1 y 7-5, en algo más de dos horas y media de duración. La buena: David ofreció destellos propios de su colección y tuvo resto físico para pelear hasta el final.

Casi en simultáneo comenzaron a jugar Juan Martín Del Potro y Juan Ignacio Chela. El primero contaba con ventaja en el historial (2-1) y fue el último en salir derrotado. Empezó bien ante el francés Gilles Simon, un jugador temible por su variedad de recursos. Ganó por 6-4 el primer parcial y parecía que iba por todo.

Pero algunas fallas minaron su confianza y desde entonces corrió casi siempre desde atrás en el marcador, incluso en los dos tie breaks que sentenciaron su suerte. El resultado final marcó 4-6, 7-6(5), 6-2 y 7-6(3) en casi cuatro horas de juego.

Chela (24) también tenía un buen antecedente ante el local Donald Young (victoria en New Haven 2010), que por entonces era otro Young, la joven promesa norteamericana que había sido Nº1 en junior y nunca terminaba de explotar. Si el primer cimbronazo fue la victoria sobre Stanislas Wawrinka, hoy confirmó que los Estados Unidos todavía tienen motivos para esperanzarse. Su triunfo fue por 7-5, 6-4 y 6-3 en dos horas y cuarto de acción.

Juan Mónaco, el otro miembro del elenco argentino comandado por Modesto Vázquez, es el único representante nacional en la segunda semana del US Open, última parada previa a la serie en Serbia. Una serie que se presenta difícil por falencias propias y las armas peligrosas del rival: la localía y, por sobre todas las cosas, un señor llamado Novak Djokovic.