Al leer la edición de ayer de DIARIO DE CUYO y conocer la historia de Domingo Alfaro, el anciano al que le quemaron intencionalmente el rancho en el que vivía, Belén Zabaleta no pudo contener su sentimiento de bronca y tristeza. Por eso, decidió ofrecer ayuda al hombre: le prestará una habitación que tiene desocupada en el lubricentro del que es dueña, para que viva allí.

A don Domingo (72) le quemaron intencionalmente el rancho que había armado en un terreno prestado del Lote Don Juan, en Rawson. Y con el fuego desaparecieron todas sus pertenencias: su ropa, un colchón, un catre, un par de sillas, una mesa y una radio. Así el hombre, que vive gracias a las changas que realiza en el barrio, se quedó sin nada y tuvo que pasar la noche en el interior de un auto, en el patio de la casa de un vecino.

"No puedo creer que a una persona le hagan eso, más siendo un señor mayor. Yo no tengo a mis padres, los dos murieron, quizá por eso me da mucha pena lo que le pasó", dijo Belén después de haber llamado a este diario para contactarse con Domingo y ofrecerle un techo. Se trata de una habitación en la que vivía el sereno del lubricentro que no trabaja más allí. "Así él tendrá un lugar para vivir y el negocio va a estar cuidado. Creo que va a estar cómodo, hay luz, un televisor, baño y voy a poner un colchón que tengo, para que pueda dormir", contó Belén.

Por su parte, el hombre recibió la noticia emocionado: "Muchas gracias, yo soy un hombre bueno y no puedo creer que haya perdido todo, no sé por qué me quemaron mi casa. Me alegra saber que voy a tener un lugar para vivir", dijo con la voz entrecortada. Y, mientras doblaba la ropa que le dieron sus vecinos para ayudarlo después del incendio y que guarda celosamente en el auto en el que duerme, contó que "mañana -por hoy- le voy a pedir a uno de mis vecinos que me lleve a ver a esta señora, a la que ya le digo muchas gracias".