Marco Espejo terminaba de entrar a su casa en el 1885 Oeste de Ignacio de la Rosa, en Rivadavia, cuando sintió el fuerte estruendo. Como no escuchó el ruido típico de la frenada no supo que pensar, hasta que salió y vio a un Fiat 147 enrollado a una de las moras del frente de la vivienda, el canasto de la basura en un vecino, y el conductor casi sin reacción con el rostro ensangrentado. Eran la 1 de ayer cuando varios vecinos de ese tramo de villa Los Lirios agradecían porque el impacto ocurrió de noche y no en otro horario, cuando están los niños del barrio y el cruce de gente es más frecuente. Ayer, por un rato, sólo se limitaron a ver y asistir al conductor en el mismo auto, donde quedó aprisionado hasta que los bomberos lo rescataron luego de cortar la chapa con tijeras neumáticas.
La víctima de ese impresionante siniestro fue identificada en la policía como Oscar Andrés Echenique (24), un joven que al parecer había salido de trabajar y volvía a su casa. En la comisaría 13ra. trataban de establecer si el siniestro ocurrió por una falla humana o mecánica. El chofer, dijeron, sufrió una fractura en la clavícula, golpes y cortes, pero estaba fuera de peligro.
Horas más tarde, minutos después de las 6, otro joven automovilista sufría un siniestro similar, pero en Rawson. En ese episodio fue protagonizado por Diego Fernández (31) quien guiaba un Ford Escort por Mendoza al Norte cuando por razones que se investigan, perdió el control, se cruzó y se estrelló contra una farola del alumbrado público ubicada sobre el boulevard, previa al cruce con José Dolores. En la policía aseguraron que Fernández sufrió apenas cortes y politraumatismo.
