Si bien no hay ninguna conexión entre ellas, dos personas murieron ayer en tragedias con elementos en común: fue en su casa, en momentos en que descansaban, y sus cuerpos terminaron calcinados por diferentes circunstancias. Se trata de un hombre de 40 años que vivía en Pocito y una mujer de 87, con domicilio en Capital.
EL HOMBRE
Embriagarse era común para Gastón Ochoa (40). Las razones que llevaban a ese hombre soltero y sin trabajo a caer en el alcohol no parecían muy claras, pero sus familiares estaban convencidos de que mucho tenía que ver en esa actitud la muerte de su mamá, ocurrida 6 años atrás. Entre el sábado y ayer en la madrugada, el changarín volvió a beber sin control pero esa enésima borrachera, fue la última.
Alrededor de las 4 de la mañana, sus vecinos y familiares se alertaron por un incendio en el humilde rancho (sólo tenía un dormitorio y una cocina comedor) que Gastón compartía con su hermano José (43) en San Miguel y callejón San Martín (entre las calles 5 y 6) en Pocito.
"Mi tío José lo escuchó decir ‘me voy a dormir’ como a esa hora. Y un vecino nos contó que momentos antes del incendio había ido a pedirle fuego para prender un cigarrillo porque no tenía encendedor. Por eso creemos que se quedó dormido al lado de la cama con el cigarrillo prendido y eso armó el fuego", dijo un sobrino de la víctima.
LA MUJER
El siniestro con el deceso de la anciana ocurrió alrededor de las 12 en la casa de la víctima, ubicada al 933 Oeste de la calle 25 de Mayo, frente al Parque de Mayo, en Capital. Cuando los policías llegaron al lugar, se toparon con una escena macabra: el cuerpo de la mujer en el piso, aún con restos de fuego y humo, atravesado en la puerta de su comedor, al lado de un brasero. Al piso también había ido a dar la silla en la que, al parecer, estaba sentada.
A simple vista, el cadáver no presentaba lesiones. Y los pesquisas aseguraron que en la casa tampoco había nada revuelto que indicara la existencia de algún ataque u otro ilícito.
Por eso las hipótesis sobre la causa del deceso de la anciana parecían reducirse a un accidente doméstico o a un problema de salud por su avanzada edad. "Se pudo haber descompensado y caído, tal vez ya fallecida sobre el brasero. O a lo mejor se durmió tomando Sol y la manta con que se cubría hizo contacto con las brazas, se intoxicó y luego se quemó. Sea como sea, la autopsia será la que determinará qué provocó la muerte", dijo un jefe policial.
