Lleno de lágrimas y tiritando de tanta alegría junta, Juan Martín del Potro se hundió mientras alzaba el trofeo del Abierto de Estados Unidos, el primer Grand Slam de su carrera, tras superar al suizo Roger Federer, y rompió a llorar cuando agradeció, en español, todo el apoyo que había tenido.
"Soñé con dos cosas en mi vida. Una ganar aquí y otra ganar a Roger, nada más que pedir. Pero aún tengo mucho que aprender para ser como tú", dijo en inglés el tandilense.
Fue testigo de excepción el triunfo de Del Potro Guillermo Vilas, que ganó el Abierto de Estados Unidos en 1977, es la principal referencia del tenis de Argentina. Estuvo en el palco, visualizando la reacción de su heredero, que derribó al ganador de las últimas cinco ediciones.
Delpo agregó que "no lo puedo creer. Es lo que siempre soñé de chiquito. Ya estoy más tranquilo, más relajado". Se refirió al juego, después de haberla peleado siempre desde atrás, con la presión de no fallar en el cuarto set: "Seguí insistiendo e insistiendo en mi primera final. Estuve muy tranquilo, no sé por qué pasó pero gracias a Dios ya terminó esto. Roger se equivoca muy poco, por momentos está jugando mal y no te lo hace notar. Yo pude ganar los puntos importantes, y terminar con esto que ya no lo aguantaba más".
"No quiero dejar de agradecer a mi equipo este éxito. Sin ellos no lo hubiera conseguido… A mi papá, a mi mamá y a Julieta (su hermana) a todos los aficionados de Argentina. Esto es para ustedes", dijo, entre lágrimas el Tandilense.
FEDERER
El suizo Roger Federer, número uno del mundo y ganador de las últimas cinco ediciones del Abierto de Estados Unidos hasta que cayó en la final del 2009 ante Juan Martín del Potro, reconoció el buen trabajo de su rival pero calificó el año como "alucinante" por todos los sucesos que ha tenido.
"Ha sido una gran temporada. El año ha sido alucinante. He ganado dos títulos y he disputado cuatro finales. Me he casado y he tenido dos hijas (mellizas)", dijo.
"Será una derrota fácil de superar porque ha sido aceptable. He sentido que tenía más el control del partido que en la final del Abierto de Australia con Rafa Nadal", apuntó Federer, que no restó méritos a su rival, sobre todo por mantener la tranquilidad en una final y con un adversario como él.
Fuente: Agencia EFE.