Andrea Prado caminaba con tortitas y pan de regreso a su casa en el barrio Edilco, Rawson, en una clara mañana que tenía algo especial: ayer cumplía 39 años. Para Andrea era una "caminata cumpleañera", pero el día le tenía reservada otra sorpresa. Minutos después de las 11.30, cuando enfilaba al Sur escuchando música por una de las veredas de avenida Rioja, en Trinidad, Capital, se topó con un cuadro que le estrujó el alma: un recién nacido, totalmente al descubierto sobre un toallón azul, con el cordón umbilical cortado y anudado, con restos de sangre seca entre sus piernas. Una mezcla de indescriptibles sensaciones estremecieron a la mujer, que como madre (tiene tres chicos de 16, 14 y 12 años) tomó en el acto en sus brazos a esa criatura inmóvil y fría, la cobijó dentro de su campera con ese toallón algo mojado y enseguida supo que había hecho bien: el niño lanzó como un quejido y Andrea percibió enseguida que respiraba "regularmente". Un transeúnte que pasaba por el lugar avisó a la Policía, y enseguida aparecieron en moto los agentes Marcelo Suárez y Sebastián Olavarría (Base Microcentro). También el oficial Héctor Almazán y el cabo primero Sergio Castro, que no dudaron en abandonar el requerimiento que les habían encargado para cargar en la camioneta de la Policía Ecológica a la mujer con niño y todo, y llevarlos urgente al Hospital de Niños, donde enseguida llegaron funcionarios del gobierno para ofrecer ayuda.

En el hospital confirmaron que ese varón estaba bien de salud, estimaron que llevaba dos horas de nacido al cabo de 39 semanas de gestación, pesó 3,250 kg, y tiene una talla de 41 centímetros, dijeron fuentes policiales.

"Fue una sensación terrible, indescriptible. Sentí miedo, sentí pena, me conmovió profundamente. ¿En qué situación puede estar una mujer para dejar a un bebé así? Si no hubiera ley me lo dejaba para mí, pero soy respetuosa de la Justicia. Sólo espero que lo cuiden, porque es un bebé bellísimo", dijo ayer Andrea, entre lágrimas.

Saber quién dejó a ese bebé en el ingreso de una casa al 1.084 Sur de avenida Rioja, fue ayer el principal interrogante de los policías a cargo del comisario inspector Aníbal Zárate (seccional 3ra.) quienes no descartaban que la madre sea de la zona y suponían que el abandono se produjo entre las 10.30 (hora en que salió un vecino a la puerta y no vio nada) y las 11.35, la hora en que Andrea recibía una inolvidable sorpresa de cumpleaños.