El entrenador de Mineros, de Venezuela, Marcos Mathías, admitió que se vuelve a su país “con el sabor amargo que deja el hecho de haber estado tan cerca del triunfo y que se escapara sobre el final”, al analizar el 2-2 registrado ante Huracán.
“Nos vamos con un sabor amargo porque estuvimos a punto de ganar el partido, aunque a la vez conformes porque la idea era no irnos con las manos vacías. Algo teníamos que sumar, porque entendemos que Huracán es uno de los rivales a superar en el grupo para clasificar a la siguiente ronda”, enfatizó Mathías en diálogo con Télam.
“La salida del lateral Luciano Balbi la supimos aprovechar (fue reemplazado por Daniel Montenegro a los 17 minutos del segundo tiempo), porque habíamos colocado a Zamir Valoyes (convirtió los dos tantos de su equipo) sobre su banda para evitar que se proyectara y cuando éste salió, lo corrimos al medio para que se juntara con Peña y Blanco y nos dio buenos resultados”, precisó el entrenador.