Aunque la Policía descarta que haya un crimen, y no hay nada que diga que fue suicidio, las dudas persisten en torno a la muerte de un chico de 16 años que ayer en la madrugada apareció flotando en un canal de Albardón, a la altura de las parrillas de una usina. A la familia del jovencito no le cierra lo que pasó y hasta sospecha que fue agredido o empujado por alguien.

La última vez que vieron a Fabián Nahuel Bustos (16), al ahora fallecido, fue el lunes alrededor de las 20 cuando estaba sentado al lado de un poste, en una esquina cerca de su casa en la Villa Pueyrredón, Chimbas. Felipe Sánchez, el padrastro, dijo que lo vio sólo y muy tranquilo. Lo extraño es que esa noche no regresó y a la mañana siguiente, su madre Silvana Bustos, se preocupó tanto que denunció su desaparición en la Seccional 30ma de Rivadavia.

Ayer en la madrugada, encontraron un cadáver en el canal Perón, en la usina de la Electrometalúrgica Andina ubicada en Las Tapias, Albardón. El fallecido tenía una herida con fractura en la cabeza y raspones en el cuerpo. Eso hizo pensar en un crimen. Después confirmaron que se trataba de Fabián Bustos y ahí establecieron que el cuerpo había recorrido más de 3 kilómetros dentro del canal, desde cerca de su casa en Villa Pueyrredón en Chimbas hasta Albardón.

Según la Policía, la autopsia reveló que murió ahogado y que la herida era posterior a su deceso. Para los investigadores, esto descarta el homicidio, pero no tienen en claro cómo es que terminó en el canal. Su familia y seis de sus amigos que declararon dijeron que no tenía motivos para suicidarse y eso instala las hipótesis de una caída accidental o que alguien lo haya tirado o empujado al cauce. Afirman que el chico se drogaba. Ramón Montoya, el tío y padrino del fallecido, sostuvo: ‘para mí, alguien le hizo daño a Nahuel. La madre piensa lo mismo, su muerte es muy dudosa. Nos dice que murió por asfixia, pero él no se iba a matar y no tenían problemas con nadie. No entendemos qué pasó’.