Desde que se recibió de ingeniera en alimentos, Ana Vera (32) soñó con tener su propia empresa, elaborar algún producto distinto, que no hubiera en el mercado y tampoco que demandara una gran inversión.
‘’Quería algo diferenciado, y que no fuera muy costoso’’, recordó. Pensó en mermeladas gourmet, se puso a buscar recetas atípicas y encontró unas europeas que usaban mucho el jugo de uva. ‘’Averigüé y me enteré que San Juan es la única provincia que elabora el mosto rectificado, que no es el mosto común, sino uno que se usa para endulzar (lo hace Mosto Mat).
Empecé a hacer muestras y a los que lo probaban le encantaron. Son mermeladas como una papilla de bebé’’. Así recordó la sanjuanina los inicios de Naturel Gourmet, una línea de mermeladas sin azúcar, que son aptas para diabéticos y celíacos, además de quienes quieren cuidar la línea. Es que al llevar el 100% de la pulpa de la fruta y el mosto, es baja en carbohidratos, lleva solamente la fructuosa de la fruta lo que lo endulza y puede ser consumido por todos.
En marzo del 2010 Ana se metió de lleno con las ollas y cucharones en una casa en Chimbas -‘empecé pelando y cortando a mano, y cuidando y revolviendo largo tiempo la cocción para que no se pegue’’, dijo- y ahora su incipiente producción se comercializa en Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
‘‘No vendemos mucho en San Juan porque cuando la fábrica es muy chica conviene sacarlo todo afuera de la provincia. En San Juan necesitamos un distribuidor. En cambio afuera nos contactamos con uno, nos hacen los pedidos, los mandamos al transporte y ellos se encargan de distribuirlo’’, explicó.
De su fábrica, en la que trabaja con la ayuda de una empleada temporal, salen hermosos frasquitos etiquetados de mermeladas de damascos, duraznos, ciruelas, cerezas, peras, tomates, manzanas y mandarinas. ‘‘Se hace todo con fruta de San Juan, excepto la mandarina’’.
La primera inversión de Ana -una tamizadora para las frutas de pepita y una descarozadora- fue de su bolsillo. Luego se enteró de los planes nacionales de Capital Semilla que otorgan créditos blandos y con ayuda del Departamento Joven de la Unión Industrial de San Juan se presentó y ganó.
Obtuvo un préstamo de $30.000 y compró una paila y una cámara frigorífica que acaba de terminar de instalar. Así, su producción inicial de 200 frascos en marzo del 2010 se convirtió en 1.000 frascos 9 meses después. Y este próximo verano, con la cámara frigorífica podrá comprar volumen de frutas y comenzar a elaborar durante todo el año.
