Colaborando con su padre en la empresa familiar que ya lleva 20 años en el segmento de la agroindustria cuyana, Fernando Bilbao dialogó con Suplemento Verde en una fría mañana de esta semana. Además de los dulces, y en particular el de membrillo que es “nuestro caballito de batalla”, dijo, “lo novedoso es que estamos trabajando desde hace 2 años en la actividad vitivinícola, gracias a nuevos emprendimientos de extranjeros, como es el caso de los alemanes y de sanjuaninos, que han levantado viñas y parrales y tienen pequeñas bodeguitas de 10, 15 y hasta 20.000 litros de capacidad en nuestra Calingasta”. Han elaborado vinos de Cabernet Sauvignon y de Cereza y también piensan continuar con otras variedades implantadas, tanto de tintas como de blancas. Para el joven emprendedor, existe un futuro venturoso en el tema de la relación turismo-agroindustria, incluyendo allí todas las actividades que se puedan coordinar, como giras, o tours por diferentes localidades del oasis cordillerano, con visitas a montes frutales de carozos y pomáceas, como a vides con distintos fines comerciales. “Se están acercando turistas de Alemania, Francia, España, Estados Unidos y otros lugares el mundo y ven que esta zona tiene bellezas naturales increíbles como la Cordillera de Los Andes, el Río Los Patos, la Pampa del Leoncito, el cerro Mercedario, Barreal, Tamberías, el Observatorio y tantas más, y suman delicias como las manzanas, los dulces, y ahora algunos vinos”, explicó con serenidad. Asimismo los lugareños ven como positivo el hecho de que han construido y aún hoy se están edificando numerosas casas de fin de semana y chalet de extranjeros que han apostado a Calingasta. “Barreal está creciendo lentamente, pero no se detiene y eso para nosotros es muy movilizador de la economía y un alimento para el trabajo que estamos desarrollando”, explicó el joven. Con aroma calingastino Mientras tanto Eduardo su padre, iniciador de esta Pyme sanjuanina que sigue adelante contra viento y marea, luego de dos décadas, recalcó a este suplemento que “con nuestras 6 hectáreas de membrillos, ubicadas en la Villa Calingasta seguimos trabajando en la elaboración de dulce, que es nuestro fuerte. Tenemos todo lo necesario para la fabricación de agroindustrias y ocupamos gente de la zona en épocas de elaboración y por supuesto de cosecha de fruta”. En relación al listado de productos que la empresa elabora, el experimentado miniempresario destacó “trabajamos poca cantidad, pero buena calidad y de venta asegurada. Tenemos básicamente las cajas de dulce de membrillo de 5 kilos, que tienen mucha demanda; además hacemos los panes, que son de 700 gramos cada uno y vienen de dos maneras diferentes de terminación: uno es el que tiene mezcla de membrillo con manzana y otro es el exclusivo de membrillo solo, de terminación con celofán y una vista atractiva para el consumidor”. Finalmente agregó que “en cuanto a frascos de 450 gramos, los clásicos, nuestras elaboraciones son: jalea de membrillo, mermelada de membrillo y también mermelada de manzana. Vendemos fundamentalmente en Buenos Aires, con representantes, que hacen marketing y difusión, incluso con páginas web, luego viene Mendoza y en menor medida en San Juan”.
