San Martín pasa su hora más crítica y complicada. Ayer volvió a perder y con 6 fechas disputadas el triunfo no llega. Perdió mal ante Talleres por 3-1 en el Hilario Sánchez y la falta de victorias puede traer consecuencias inmediatas. Al equipo lo golpearon en el inicio de ambos tiempos, pero no tuvo ideas para revertirlo ante un conjunto cordobés efectivo y que ganó por primera vez en el torneo, como para darle mayor preocupación. El Verdinegro se fue desdibujando, se hizo previsible y desencadenó no sólo en la derrota, sino en que el entrenador Pablo Lavallén condicionara su continuidad ya que declaró que se tomará uno días para decidirlo.

Todos síntoma de que algo anda mal y atraviesa una racha mala, porque San Martín empezó perdiendo por un penal muy dudoso que sancionó Loustau por una falta de Lazzaroni sobre Araujo, que Palacios convirtió para el 1-0 de Talleres a los 3’ y eso lo condicionó.

Intentó levantarse y por momentos, en ese arranque fatídico, logró ser más con el reparto de juego de Gelabert, Lugo y Montagna. Mientras Talleres gestó sus intenciones en el circuito que armó Guiñazú y la velocidad para encarara de Palacios. Con esas cartas el partido se plantó en el mediocampo y con elaboración pero sin definición.

Fissore remató de afuera del área y Quintana la desvió de cabeza. Más tarde, Lugo probó de larga distancia y la pelota se perdió muy cerca del palo. Y también pudo tras la pared entre Villarrruel y Barcelo, para el disparo del primero que el arquero Herrera despejó. Ese fue el momento de San Martín, al que no logró sacarle rédito.

Entonces pasados los 20’ el conjunto cordobés se animó y pudo ampliar con Menéndez (la tiró afuera) y luego con la jugada personal de Palacios para un remate preciso que Ardente descolgó del ángulo izquierdo.

Y en la última del parcial inicial, Talleres tuvo toda la fortuna, ya que a Barcelo le sacaron el balón de la línea y en el rebote Villarruel le dio, la desviaron y el palo le negó el empate.

Aunque todos esos síntomas de reacción del verdinegro se esfumaron a los 2’ del complemento. Entró dormido y tras una combinación por derecha entre Menéndez que metió un “taco” y la asistencia perfecta de Godoy, Carlos Muñoz entró sólo por el segundo palo y puso el 2-0 que fue una sentencia anticipada.

Lavallén buscó la rápida reacción metiendo dos delanteros: Dening y Barcelo, más la posible creación y contacto con el balón del debutante Rusculleda. Pero nada surgió efecto. Dening fue el más inquietante, pero sin llegar a ser el desequilibrio buscado, ante un Talleres que se metió en su campo. Mientras que San Martín se desarmó tanto en juego como intenciones y sociedades pese a que tuvo la pelota, aunque al no tener ideas de nada le sirvió encontrar espacios ya que no generó peligro en ataque y lo que buscó fue previsible y sin sustento. Encima en una contra, a los 39’, Menéndez puso el 3-1 y el descuento de Chaves a los 44’ de nada sirvió para un San Martín al que le dieron el golpe más duro del torneo y que puede dejarlo sin DT.