La falta de información, la inexistencia de diálogo entre escuela y familia, y la hipocresía en el abordaje de tópicos como el embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual fueron los argumentos que jóvenes estudiantes secundarios utilizaron ayer para fundamentar su afirmación sobre educación sexual: que el Estado no hace todo lo que debiera hacer. Fue durante el 2do. Modelo de la Cámara de Senadores de la Nación, cuyas comisiones de labor parlamentaria sesionaron ayer en la Facultad de Ciencias Sociales, con el objetivo de debatir sobre una ley integral de salud y educación sexual. En ese ámbito, más de 70 chicos de escuelas privadas y públicas de San Juan, cuyas edades oscilan entre los 13 y los 17 años, dieron sus puntos de vista e hicieron sus aportes sobre un tema que cobra nueva vigencia y que los afecta de manera directa, como es la aplicación de la ley de educación sexual vigente.
“Es claro que falta información. Hasta la revista sobre educación sexual que se repartió en las escuelas es incompleta”, aseguró Laura. Ana, sobre el mismo tema, opinó que “no se puede entregar una revista sin ningún tipo de orientación al respecto”. Y Mariano, del mismo grupo, fue categórico al sostener que “la revista está hecha para abordarla en clase, no se puede entregar a los chicos para que la lleven a casa y dejarlos solos en ese camino”. En otro tenor, Facundo, Franco y Josefina se expresaron sobre el rol que cumple el Estado como garante de la educación. “Falta capacitación de los docentes y hay bastante intolerancia, porque todavía se considera al sexo como tabú”, dijo Facundo, y Franco, en sintonía con muchos otros jóvenes, señaló la edad a la que debería comenzar la educación sexual. “A los 5 años un chico debería recibir información sobre la fisiología de su propio cuerpo, llamando a cada cosa por su nombre. Y como el sexo es parte de esa fisiología, en ese momento comienza la educación sexual, que debe ser compartida entre la casa y la escuela. Esto, hoy tampoco se hace, aunque hay una ley vigente que dice que sí hay que hacerlo”, afirmó.
Los jóvenes también fijaron posición respecto del embarazo adolescente. “Son varios factores los que influyen en el aumento de embarazos, pero los dos principales son la falta de información y la irresponsabilidad juvenil. Y si en la escuela, la sexualidad sigue siendo algo oscuro y no algo natural, nadie quiere hablar del tema”, dijo Sofía.
Conceptos como perder el miedo a hablar de sexualidad en las aulas, unificar los discursos que se reciben en la casa y en la escuela, no permitir la intromisión de la religión y capacitar a los docentes para que puedan educar adecuadamente a los chicos desde la escuela primaria, fueron algunos de los que se abordaron en el trabajo de comisiones. Mañana, en plenario, cada grupo expondrá su trabajo y debatirán el texto de la nueva ley.
