El presidente de EEUU, Barack Obama, llegó ayer a México en una visita en la que expresó a su colega mexicano, Felipe Calderón, su apoyo en la lucha contra el narcotráfico y abordaron asuntos de inmigración y comercio.

Tras su llegada, Obama se trasladó en helicóptero a la residencia presidencial de Los Pinos, donde se reunió con Calderón, primero a solas y después con la presencia de sus asesores.

Según explicó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, el propósito de esta visita es "mostrar nuestro apoyo a continuar nuestro acercamiento con un valioso aliado y socio comercial".

Los principales asuntos tratados fueron la lucha contra el narcotráfico, cuya violencia se cobró más de 10 mil muertos en la zona fronteriza entre ambos países desde la llegada al poder de Calderón en diciembre de 2006.

En ese sentido, Obama anunció un "plan integral" que prevé más personal y fondos en la frontera, así como el envío de helicópteros "Black Hawk" a México. Otro tema que tocaron fue la reforma migratoria en EEUU, a la que Obama quiere dar un impulso.

A la vez, sobre intercambios comerciales el mandatario norteamericano se mostró partidario de revisar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte.