Después de la amargura de aquella noche del 27 de noviembre, en la que 160 egresados de la Escuela de Comercio de la UNSJ se quedaron sin fiesta por una presunta estafa de una empresa de eventos, hoy los chicos tendrán finalmente su celebración. No será con la pompa que habían elegido originalmente, pero sí dijeron que habrá más alegría por la situación vivida. Gracias a innumerables donaciones, hoy a las 22 festejarán junto a sus familiares con una fiesta en la que no faltará nada. Y en una acción que pretende agradecer toda la ayuda que recibieron, anunciaron que donarán lo que sobre del festejo además de alimentos no perecederos que juntarán esta noche para entregar a una institución. Se valuó las donaciones en unos $90.000, aunque los papás tuvieron que reunir más de $10.000 para afrontar gastos en efectivo. Así y todo, la fiesta saldrá menos de la mitad que lo que le pagaron a la empresa denunciada: aproximadamente $250.000, según indicaron.

Luego de aquella escandalosa noche de la suspensión, tras la cual quedaron detenidas dos personas (los propietarios de la empresa C&Co), empezaron a recibir donaciones y se armó una comisión de padres para poder organizar un festejo lo más parecido al que tenían previsto originalmente. Si bien los papás no tienen el cálculo exacto en dinero de las donaciones, por los precios del mercado se calcula que el salón (con música e iluminación) cuesta $20.000; la comida y la bebida rondan los $26.000; las mesas, sillas, vajilla y servicio de mozos aproximadamente $35.000; y el video y las fotos unos $9.000, entre otros rubros.

Hoy, los chicos saldrán del Centro Cívico en tres coches que prestó la empresa Del Sur y Media Agua y llegarán al salón Quinta Nazareno, que donó el lugar, además de la iluminación y el sonido. La cena será para 633 personas, pero después ingresará un centenar de invitados más. La comida no será una entrada con isla de fiambres, punta de espalda con salsa de champiñones y postre como iba a ser originalmente, pero sí habrá siete piernas de ternera y 1.500 empanadas, donado por particulares, empresas y hasta la Municipalidad de la Capital; y un carro de helados para el postre. Una bodega dio 15 cajas de vino, empresas aportaron otras cajas y particulares entregaron hasta champán. Otro negocio regaló unos 200 litros de jugo y cada familia de los egresados aportó dos botellas de gaseosas.

A su vez, una empresa de catering donó las mesas, las sillas, la vajilla y la mantelería; y otra del mismo rubro, el servicio de mozos.

Alumnos de la escuela Industrial se ofrecieron para montar una barra de licuados y los papás compraron leche y frutas, mientras que un local especializado aportó una isla de sushi con 500 piezas. También fue donado el servicio de filmación y fotografía, en tanto que locales de estética realizarán hoy gratuitamente los peinados y el maquillaje de las chicas.

‘Todo se hizo a pulmón y con la solidaridad de la gente. Será una fiesta más austera, pero sobrará el buen ánimo y la emoción. Y como quisimos nosotros también dar algo a cambio de tanta ayuda, cada familia llevará alimentos no perecederos para donar después a una institución que resta elegir’, dijo Ricardo Coca, quien encabezó la comisión de padres pro fiesta.