Hugo Chávez cumple hoy un año desde que el cáncer lo obligó a pasar por el quirófano por primera vez, mientras gran parte de los venezolanos cree que el actual presidente superará plenamente la enfermedad.
Un año después de ser operado de un absceso que desveló un tumor en la zona pélvica, la falta de información sobre la naturaleza de la enfermedad y sus implicaciones para el futuro del país llenan de preguntas sin respuesta una nación ya enfilada hacia las elecciones del 7 de octubre que decidirán el gobernante para el periodo 2013-2019.
Desde que el 10 de junio de 2011 fue operado en La Habana, Chávez, de 57 años, ha pasado dos veces más por el quirófano por tumores y ha estado largas temporadas en Cuba para tratarse con quimioterapia y radioterapia un cáncer del que sólo se sabe que está en la zona pélvica pero no su ubicación exacta o gravedad.
El silencio ha sido caldo de cultivo de rumores sobre muertes repentinas, supuestos empeoramientos, pronósticos y conjeturas de vida, mientras la oposición reclamaba infructuosamente que el jefe de Estado diera una información clara.
Chávez ha defendido su derecho a la privacidad a la hora de no dar toda la información de su enfermedad, sino la ‘suficiente‘.
Sin embargo, la incertidumbre y el secretismo no se han traducido en un deterioro de la popularidad del gobernante.
Con ventaja
Las encuestas sobre intención de voto lo sitúan por delante del candidato de unidad de la oposición, Henrique Capriles, con una ventaja que va desde los 5 a los 30 puntos. Además, aunque el presidente recayó en febrero de una enfermedad que en octubre él mismo había pregonando a los cuatro vientos que había quedado atrás, los sondeos señalan que más del 70 por ciento de los venezolanos considera que Chávez se recuperará completamente.
Para el analista Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, todo ‘es muy llamativo’, porque los venezolanos no han asumido aún la idea de que la enfermedad de Chávez para bien o para mal puede tener consecuencias en su vida.
La enfermedad lo ha inundado todo en Venezuela, es el tema estrella de las conversaciones. Los analistas coinciden en que la enfermedad produjo una ‘solidaridad primaria‘ de los seguidores del gobernante que lo propulsó en las encuestas y relegó la discusión de los no poco problemas que tiene el país a un segundo plano.
El antichavismo ha manejado con mucha cautela el tema a la espera de que la campaña para los comicios del 7 de octubre ponga a prueba el verdadero estado de salud del presidente. ‘Es sorprendente que ante algo tan importante como la salud del presidente la gente no reaccione, pero es evidente que la gente no lo percibe como negativo‘, señaló a Efe el coordinador de Políticas Públicas del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), José Manuel Puente.
Más allá de las simpatías que pueda arrastrar la enfermedad, Chávez se ha visto favorecido por los ingresos petroleros que se redireccionan a programas sociales, asistenciales y productivos, lo que se traduce en un crecimiento económico del 4,2 por ciento el año pasado y del 5,6 por ciento en el primer trimestre de este año. Todo esto ha permitido a Chávez ‘tener una política social muy agresiva y eso tiene la particularidad del moldear percepciones muy fuertemente‘, dijo Puente.
‘Ante la falta de información, todos los escenarios son posibles, inclusive la ausencia de Chávez y el nombramiento de un sucesor‘ para los comicios de octubre, dice León. Los nombres del canciller Nicolás Maduro, del vicepresidente Elías Jaua o del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, suenan como eventuales sustitutos.
