La osteoporosis es la enfermedad ósea descalcificante más frecuente. Constituye uno de los principales problemas de salud pública de los países occidentales. Debido a su repercusión tanto a nivel clínico como socioeconómico, está motivando un interés constante y creciente en el campo de la medicina preventiva.

Su importancia radica en el mayor riesgo de fracturas óseas, siendo las más típicas las de la columna vertebral, caderas y muñecas.

Es dos veces más frecuente en la mujer que en el hombre. Se estima que a los 70 años de edad, dos de cada tres mujeres son osteoporóticas y que el 8 % de las mujeres mayores de 35 años tendrán una fractura de cadera a lo largo de su vida. Este predominio femenino se debe a la diferencia que existe en la cantidad de masa ósea entre ambos sexos (siendo el contenido mineral óseo mayor en el varón) y a la mayor pérdida ósea que se produce en la mujer a partir de la menopausia (debido a la disminución de los estrógenos).

Esta afección hace que la osteoporosis sea actualmente uno de los mayores problemas de salud pública de los países desarrollados. El 15% de la población mundial padece osteoporosis y su frecuencia aumenta en la mujer a partir de los 50 años.

Es, por tanto, muy importante identificar a las mujeres con riesgo de padecer una osteoporosis para evitar la pérdida de masa ósea progresiva.

¿Qué es la osteoporosis?

Es la disminución de la masa ósea que determina que el hueso sea más frágil y exista un mayor riesgo de fracturas vertebrales y de cadera. La masa ósea aumenta desde el nacimiento hasta alcanzar su pico máximo alrededor de los 30-35 años. En el varón este pico es de un 15 a un 20% superior al de la mujer. Posteriormente, se inicia una disminución lenta y progresiva de la masa ósea conforme van pasando los años.

A partir de los 30-35 años se pierde más hueso que el que se forma. Se estima que se pierde entre un 0,5 -1% por año después de la menopausia, fundamentalmente durante los 5 primeros años posmenopáusicos. La pérdida va aumentando progresivamente con lo que a la edad de 80-90 años la mujer ha perdido un 40-50% de su masa ósea. Esto es debido, principalmente, a que el déficit de estrógenos facilita la eliminación del calcio del hueso.

¿Qué predispone al desarrollo de la osteoporosis?

Cualquier mujer puede desarrollar con los años una osteoporosis, pero no debemos olvidar que el conocer que existen factores de riesgo osteoporótico es importante para prevenir esta enfermedad. Siempre será más fácil evitar la pérdida de masa ósea que tratar de recuperarla una vez que se ha producido.

Sexo y edad: La mujer es la principal afectada por esta enfermedad ya que tiene una menor masa ósea que el varón y la pierde más rápidamente que él tras la menopausia, a partir de los 50 años.

Raza: Existen claras diferencias en la masa ósea de las mujeres según las razas. Una mujer negra tiene menor riesgo de osteoporosis que una blanca, ya que su masa ósea es mayor. Las mujeres orientales, como las japonesas, son las que tienen mayor riesgo de esta enfermedad ya que su masa ósea es menor que en el resto de las razas.

Historia familiar: Las mujeres con antecedentes familiares directos de osteoporosis tienen una mayor predisposición a padecer esta enfermedad. Se ha visto que el riesgo es mayor si la madre tiene osteoporosis.

Ejercicio físico: La relación entre actividad física y un hueso correctamente mineralizado es evidente. El riesgo de una mujer sedentaria es mayor que el de una mujer que practica ejercicio físico habitual.

Dieta: Existen todavía muchas controversias sobre el papel del calcio dietético en el desarrollo de la osteoporosis. Lo que está claro es que el aporte o la ingesta adecuada de calcio en la dieta, junto al ejercicio físico, en la infancia y la adolescencia, juega un papel primordial en la obtención de un pico de masa ósea óptimo. Si una niña o una adolescente ingiera cantidades adecuadas de calcio en su alimentación es vital para prevenir una osteoporosis futura. Asimismo un exceso de proteínas en la dieta favorece que se pierda calcio por la orina y contribuye a un menor aporte de calcio al hueso. Por el contrario, cantidades adecuadas de calcio en la dieta no son suficientes para prevenir la pérdida ósea que ocurre en la mujer a partir de la menopausia (originada fundamentalmente por el déficit de estrógenos), pero son adecuadas para mantener un balance positivo de calcio en el organismo.

Alcohol: Las mujeres bebedoras tienen una menor masa ósea ya que el alcohol favorece que el hueso pierda calcio.

Tabaco: Las mujeres fumadoras tienen una menor masa ósea y no podemos olvidar que el tabaco es un factor que puede adelantar la menopausia, con lo que la pérdida de calcio será más temprana

Fármacos: Tratamiento prolongado con determinados medicamentos como los corticoides, etc.

Menopausia: Como hemos comentado anteriormente, el descenso de estrógenos que condiciona la menopausia es el factor principal de pérdida de masa ósea y que ésta es más severa en los primeros cinco años siguientes a ella.