El presidente de EE.UU., Barack Obama, forjó ayer un acuerdo sobre clima con las potencias emergentes en la Cumbre de Cambio Climático de Copenhague, organizada por la ONU.

El texto ni incluye cifras de reducción de emisiones y no incluye el concepto "verificación\’\’ de emisiones, que tanto molestaba a China. En su lugar, la transparencia, que era clave, queda como que habrá un sistema "internacional de análisis y consultas\’\’ que queda por definir.

Obama abandonó la capital danesa poco después de alcanzar el acuerdo y dejó a su equipo a cargo de la votación final del nuevo texto, que negoció a lo largo del día con varios líderes y finalmente con India, China y Sudáfrica en una reunión bajo mediación brasileña.

En la madrugada danesa de hoy, líderes políticos de 25 países aprobaron oficialmente una serie de objetivos no vinculantes en la cumbre climática.

El grupo, integrado por países industrializados, naciones emergentes y estados pobres, trabajaban en los detalles del texto acordado ayer por EEUU y China, responsables del 40% de las emisiones que provocan el calentamiento global, junto a India y Sudáfrica.

Sin embargo, el acuerdo debe ser aprobado todavía en el plenario de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, formado por representantes de unos 190 países, que retomarán a las 23 de hoy (19 en Argentina) la asamblea.

Los compromisos de los países industrializados para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) no serán cuantificados en la cumbre de Copenhague: el acuerdo alcanzado prevé la postergación de este importante tema a enero de 2010. Las cifras con los compromisos de reducción de CO2 deberán ser comunicados por los países que aceptaron el acuerdo a más tardar el 1 de febrero de 2010.

Del texto del entendimiento se quitó la frase en la que se afirmaba que los países ricos se comprometen a reducir sus emisiones en un 80% en 2050 y los países en vías de desarrollo tomaron un compromiso de reducción del 50% en 2050.

Restan, en cambio, las cifras sobre ayudas económicas a los países más pobres para mitigar el cambio climático.

La propuesta de Obama recoge un consenso sobre la transparencia, la reducción de gases de efecto invernadero y la financiación, pero no fija una fecha para concluir un tratado vinculante sobre cambio climático.

China (principal contaminante junto a EE.UU.) había estado bloqueando la cumbre por sus diferencias en torno a los sistemas de supervisión propuestos para verificar la reducción de sus emisiones.

El acuerdo no será legalmente vinculante pero sí hará que los países fijen sus objetivos de recorte de emisiones de gases contaminantes, explicó Obama.

Obama llevó a cabo una intensa serie de reuniones a lo largo de su estancia de 12 horas, que incluyeron dos encuentros con el primer ministro chino, Wen Jiabao. Inicialmente, estaba previsto que se quedara sólo nueve horas.

El acuerdo mantiene el objetivo de limitar el aumento de la temperatura terrestre a dos grados, como buscaban europeos y estadounidenses. Ninguno de los países está completamente satisfecho, pero el acuerdo representa un "paso histórico\’\’ que servirá de base para pactos más sustanciales en el futuro, según un funcionario estadounidense.

La Unión Europea, que pareció hacer quedado al margen de

las negociaciones finales de Obama, aceptó el acuerdo, aunque dijo que "queda muy lejos de nuestras expectativas\’\’.