El automovilismo no escapa a la crisis y los sanjuaninos, en la primera presentación del año de una categoría nacional, vieron algunos de los detalles de ajuste de cinturón de los equipos. Quizá son mínimos con respecto a poner un auto en pista, pero que reducen números y que se notan en el llamado circo.
Si bien el Top Race no tiene el glamour, por ejemplo, del TC 2000, ayer la categoría no mostró un gran despliegue como por ejemplo el año pasado, antes del viento zonda. Por empezar, la falta de publicidades en algunos autos es quizá lo más notorio. Pero, uno de los ajustes se dio en las carpas vips. Esta vez no se montaron esas grandes y paquetas carpas, reservadas para invitados y sponsors, en donde se sirven buenos platos de comidas y buenos tragos.
No hubo tantas promotoras, como en otras ocasiones, y sólo las estructuras importantes contrataron chicas para la promoción. Casi todas fueron de San Juan, lo que abarata costos de transporte y estadía. Es más, algunos pilotos, como Juan De Benedectis, hasta tuvieron a un mecánico portando el cartel con el nombre del piloto en la grilla, una labor que habitualmente cumplen las chicas. El hombre, pobre, recibió las cargadas de sus compañeros.
A su vez, desde este año se eliminó la tanda de los viernes del TRV6. Según contó Roberto Valle, dueño del equipo RV Racing, el ahorro es importante no tanto en gomas o neumáticos, sino en los gastos de logística. Si bien no dio cifras, la reducción se traduce en que es un día menos de hospedaje, comida y viáticos de los miembros de los equipos (y desde otro punto de vista, para los pilotos que corren diferentes categorías, es un día más con la familia).
La crisis pega y el automovilismo, deporte caro si lo hay, trata de afrontarla tratando de que no se note. Aunque no siempre lo logra.
