El seleccionado argentino de básquetbol sumó su segunda victoria en el Mundial de España, pero para sellar el 85-81 final debió transitar ante Filipinas un camino sufrido, estresante, que lo llevó al límite de sus fuerzas. Más allá de la felicidad lógica por un triunfo ante un rival que complicó desde el inicio, el equipo argentino volvió a repetir algunas flaquezas en defensa, sobre las cuales deberá trabajar Julio Lamas en una parte del tiempo que media antes del partido del próximo miércoles, a las 12.30, ante Senegal, que ayer dio el golpe en este grupo B al superar 77-75 a Croacia.
La chapa del final de los primeros veinte minutos señaló un 43-38 en favor de la Argentina, pero a lo largo de los dos primeros cuartos el equipo dirigido por Lamas fue del desconcierto y la imprecisión a la seguridad y orden que debió tener desde el arranque. Durante el primer cuarto y la mitad del segundo Filipina impuso su juego: ritmo vertiginoso y lanzamiento rápido. Suficiente para meter un parcial de 9-2, y extender luego una diferencia a 10 puntos (17-7). La Argentina no supo como neutralizar eso. En el inicio del tercer cuarto, Argentina mejoró e incluso se puso arriba en el score (48-41), pero otra vez Filipinas bombardeó el aro a puros triples. Tras ese impactó la Argentina tuvo la capacidad de reaccionar con la defensa del ’Chapu’ Nocioni sobre Andray Blatche, con Laprovittola conduciendo al equipo, con Mata asumiendo el rol de tirador y rebotador. Después de sacar una distancia de 15 puntos (68-53), la Argentina se fue al último descanso 71-61. El partido parecía liquidado, aunque nada más alejado de la realidad. En el inicio del último cuarto el seleccionado asiático puso un parcial de 8-0, y volvió a meterse en partido. Algo que se ratificaría momentos después cuando empató 71-71. El partido fue palo a palo hasta los últimos dos minutos, en ese instante apareció el corazón, encabezado por Nocioni. El ’Chapu’ había tenido un partido para el olvido (2/10 en tiros de campo), pero en los momentos decisivos volvió a ser clave y determinante. A puro libre, los tirados por Nocioni, Argentina sacaron un pequeño margen, al cual le sumó marca en la última pelota que jugó Filipinas. Así ganó, sufriendo por momentos.
