En una radiografía del costo de los alquileres comerciales céntricos realizada por DIARIO DE CUYO quedaron a la luz los altísimos precios que ostentan los locales del microcentro.
Por ejemplo, un negocio que en la Peatonal Rivadavia antes de Rioja cuesta $16.000 mensuales, al cruzar la avenida al Este baja estrepitosamente a $ 2.000, por los mismos m2. Esta diferencia abismal se repite en otras calles: los locales por calle Laprida (vereda Sur), entre Tucumán y Rioja, que se cotizan sobre los $8.000 también con una diferencia de escasos 30 metros bajan hasta 8 veces su cotización, según informaron desde las inmobiliarias. Por lo bajo, algunos comerciantes reconocen que el fuerte de los locales comerciales lo manejan 6 propietarios (tienen el 80% de los alquileres de la zona Peatonal) que aprovechan la buena ubicación para cotizarlos, a veces con precios ‘demasiado altos’. En tanto, desde Centro Comercial plantean la necesidad de ‘agrandar’ el centro sanjuanino tomando medidas concretas.
Por ejemplo sugieren que los colectivos circulen más lejos del microcentro, lo que ampliaría el radio de circulación de la gente que llega a realizar las compras.
‘Es entendible la demanda que hay en la Peatonal, pero hay valores que se manejan realmente altos y que no bajan por una sencilla razón: existen todos los días interesados en hacerse con uno de ellos. Debería ser todo un poco más equilibrado’’, comentó Carlos Vizcaino, propietario de la inmobiliaria que lleva su apellido. ‘Es una barbaridad lo que están pidiendo, creo que se tiene que instalar este tema, porque es un despropósito que por un local de 40 m2 estén pidiendo $20.000’, precisó por lo bajo un corredor inmobiliario. Hay dos ejemplos que grafican el elevado costo de los alquileres. Por un lado, en calle Gral. Acha, entre Rivadavia y Laprida, un supermercado paga $50.000 mensuales, mientras que en calle Tucumán, entre Laprida y Libertador, una zapatería debe desembolsar $35.000, precisaron fuentes del sector inmobiliario. En ambos casos se trata de firmas fuertes.
La expansión comercial hacia el Este, es decir, pasando avenida Rioja le permitió a negocios más chicos (la mayoría familiares) poder estar en el centro y sin pagar una locura. ‘Nos arriesgamos a preguntar por un localcito en la Peatonal Rivadavia, chico, que pensábamos que era ‘tranqui’ para nuestro bolsillo y nos pidieron $23.000, una cosa de locos. Aquí donde estamos cerramos en $3.700 y si bien no es el mismo flujo de gente, nos va bien’, comentó Roxana, propietaria de un negocio de ropa informal.
